—Mira a lo que hemos llegado— soltó Itachi al ver las manos de su hermano formando puños, tensas al estar atadas a los tubos de la cama. Sus ojos negros fueron a los otros idénticos que mostraban enojo —. El médico llamó y dijo que intentaste irte. ¿Cuánto creíste que caminarías antes de caer vencido al suelo?
Sasuke se quejó cuando hasta pasar saliva le quemaba la garganta, e Itachi exhaló al verlo toser y volver a quejarse de dolor. Lo notaba aun adormecido por los tranquilizantes que le suministraron a mediodía tras su intento de fuga.
Notó con nula gracia que, para intentar hacer tales estupideces, su hermano debía haber ido mejorando bien.
—Felicidades, Sasuke, espero que sepas que solo estás ralentizando tu recuperación —le dijo viendo que la sonda de su garganta había sido sustituida por un nuevo catéter en su otro brazo, por donde estaba siendo nutrido al tener desgastadas sus paredes nasales tras su abuso con las drogas —. ¿Te duele la garganta?
Sasuke lo maldijo en voz baja al notar sarcasmo en eso último soltado.
—Eso pasa por arrancarte la sonda, pudiste haberte lastimado seriamente. ¿En qué pensabas? — Ante la mirada menos iracunda, decidió dar por terminados sus sermones — Adivinaré. Hinata — dijo cambiando a una voz menos dura, comprendiéndolo.
El cuerpo de su hermano se relajó sobre la cama y no dejó de verlo. Itachi se tomó unos segundos antes de decirle lo que quería escuchar.
—Sé que Sakura te dijo que no estuvo aquí.
—¿Y?
Itachi lo vio fruncir el ceño y verlo con insistencia.
—Mintió. Hinata sí estuvo aquí. Tal vez debí decirlo antes, aunque imagino que el resultado sería el mismo y no, Sasuke, no puedes salir a buscarla sin estar recuperado.
El menor maldijo internamente al apretar su cabeza contra la almohada. La molestia le hizo arder el estómago, pero logró controlarse aunque quería matar a Itachi. Finalmente él había tenido razón y Hinata sí había estado ahí.
Entonces el embarazo también era real.
—¿Ella está...? —soltó lastimando su garganta.
Itachi se acercó y terminó sentado sobre la cama. No le respondió.
Sasuke gruñó quejándose para intentar volver a hablar—: ¿Hinata de verdad está...?
—¿Embarazada? —añadió lo que seguramente Sasuke no pudo decir. El menor asintió despacio —Sí. Lo está. Lo lograste, ¿eh?
La impotencia de Sasuke no pudo ser más al notar el tinte de ironía en las palabras de su hermano. Necesitaba salir y hacerse cargo. No podía pensar en Hinata sin sentir culpa, él había insistido tanto para que eso pasara y cuando lo consiguió, no estaba ahí para ella.
—De cualquier forma, aquí en cama no puedes hacer nada —añadió Itachi al verlo detenidamente. Ante la mirada molesta del otro, prosiguió—: Sé inteligente por primera vez, Sasuke. Te necesita. Pero te necesita fuerte. Mírate, eres un remedo de ti.
—¿Cómo demonios puedes pretender...?
—¿Y cómo no? — lo interrumpió y lo vio apretar sus dientes— Aun si logras salir de cama pronto no serás de ayuda para ella, aun no pasas por lo más difícil de la desintoxicación a tu adicción. No creas que será fácil traerla de regreso.
—Me las arreglaré con todo —aseguró visceralmente. Recargó su cabeza en la almohada y con el sabor de la impotencia amargando su garganta tuvo que escucharlo cuando Itachi añadió:
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Consecuencias
FanfictionCuando la vida de Hyuuga Hinata recién comenzaba a cambiar y creía encontrar el amor, el destino le interpondría a Uchiha Sasuke, la persona que cambiaría y marcaría el resto de su vida. ¿Cuándo el acto más despreciable cometido hacia una mujer, uni...