Desvanecer.

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DESVANECER

Las manos de Hinata todavía estaban frías. Su cuerpo entero se sintió pesado en el segundo que perdió el aliento al ver el resultado:

DETERMINACIÓN INMUNOLÓGICA DE GONADOTROPINA CORIÓNICA HUMANA EN SANGRE (FRACCIÓN BETA)

RESULTADO:

EMBARAZO POSITIVO.

Le tomó varios segundos procesar la información. Cuando volvió a respirar, el peso de sus preocupaciones tomó nuevas magnitudes. Problemas. Varios y grandes. Aun así, sonrió y sus ojos se aguaron. Estaba embarazada. Cargaba en su vientre un hijo de Sasuke. Ese hijo o hija, la anclarían sin opción de escape a su realidad, una que eligió tiempo atrás: una vida con Sasuke.

Inspiró de forma entrecortada por el miedo-nerviosismo que no le abandonaba. Cuando dejó escapar el aire fue más consciente de sus ojos llorosos que empañaban su visión. Volvió a sonreír y arrugó las orillas de la hoja de resultados al apretarla entre sus dedos. En la guerra de ideas, opciones y preocupaciones que mantenía internamente, una decisión se abrió camino en medio de ella. Iba a afrontarlo todo.

Temblaba ligeramente de miedo, pero gobernó su cuerpo.

Había un hijo dentro de su ser, que no fue planeado, pero que ya dependía de ella. No sabía cuán difícil podía ser salir avante de esa situación, pero sabía que debía lograrlo.

«Un hijo.»

Se recargó en el acolchonado respaldo de la silla mientras cubría su rostro y ocultaba el debatir expuesto de sus emociones. La sonrisa no se borraba ni lo haría pronto, pero sus ojos escocían en lágrimas. ¿Qué diría Sasuke? Pese a tener problemas mayores, eso era lo que más la preocupaba, siendo consciente que era ella la que estaba tomando precauciones. Emitió una pequeña risa que le supo agria... era ridícula la forma como dependía ahora de él. Si la dejaba sola, estaría casi perdida; si no, casi podía ser feliz.

—¿Se encuentra bien, señorita?

Hinata descubrió su rostro y alzó la vista a la enfermera que se inclinaba sobre ella preocupada.

Asintió y le sonrió —Estoy bien. Gracias.

El ceño fruncido de la joven enfermera no disminuyó. Volteó a ver la hoja de resultados: —¿Segura?

La sonrisa de Hinata suavemente acrecentó: —Segura —su voz sonó más firme—. Son buenas noticias —aseguró alzando un poco los resultados.

La chica frente a ella sonrió entonces, creyendo adivinar lo que le ocurría.

—Me alegra y, permítame felicitarla. Estaré por aquí si necesita algo.

Hinata solo asintió al verla partir.

«Necesitar algo.» Se repitió.

•••

Apretó fuerte los párpados y sacó valor desde sus entrañas. Había algo que necesitaba hacer. Ahora era el tiempo indicado.

Los ojos violáceos de Hinata mostraban una firme seguridad al ver que la enfermera anunciaba su llegada al médico vía teléfono, pero por dentro podía sentir su estómago revolverse, producto del nerviosismo.

Mientras la joven se entretenía dando al médico un informe de sus citas programadas para ese día, Hinata aprovechó ese tiempo para revisar su móvil. Tenía dos llamadas perdidas de Sasuke. Apretó entre sus manos el aparato antes de apagarlo.

ConsecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora