Plenitud.

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PLENITUD

(Fragmento del capítulo anterior en cursiva)

El Uchiha se acercó al cuello de Hinata y comenzó a besarlo despacio, dejando escapar su aliento en él provocando que la piel femenina se erizara. El clítoris de la peli azul estaba tan tenso que moriría si él no la tocaba.

Sasuke deslizó el cierre de su pantalón y desabrochó el mismo.

Hinata...

¿Mmm?

Él estuvo a punto de decir un te amo antes de comenzar a hacérselo, pero lo calló. No era digno de decirlo... no aun; es más, ni siquiera debería disfrutar su cuerpo, pero no lo soportaba más.

Tragó pesadamente cuando liberó su miembro ardiente. Alzó el vestido de Hinata y observó su trasero. Ella se avergonzó cuando él comenzó a tocarlo, manteniendo sus rodillas dobladas, apoyándose sobre las piernas femeninas.

Su miembro estaba tan duro, su piel tan tensa y lo sentía tan caliente. Perverso, tocó el trasero de ella con él y Hinata se tensó al sentirlo. La luz blanca de la luna y la poquita de las lámparas de ese lugar, les golpeaban los cuerpos, haciendo tan erótica para él la visión.

Cuando él cubrió todo el frágil cuerpo de Hinata con el suyo, al haberse subido en ella, ella se tensó. Sentir ese miembro caliente que pronto estaría dentro la hizo tanto excitarse, como temer.

Yo voy a cuidarte, bebé— se le escapó con voz ronca al moreno cuando pasó su brazo derecho frente a ella, y con la otra mano se acomodó. Hinata se estremeció por ambas cosas y después, un fuerte gemido compartido llenó la pequeña sala, cuando Sasuke la penetró.

Los pezones femeninos se endurecieron más y él comenzó a moverse, primero despacio. Cada gemido de ella lo extasiaba y cada gruñido de él le erizaba más la piel a Hinata, al escucharlos justo en su oído.

Al aceptar ser tomada por él, Hinata supo que algo muy malo estaba pasando, pero, contrario a eso, no fue capaz de temer. Sus almas comenzaban a sumergirse, juntas, a un profundo abismo.

Sasuke mordió su cuello, haciéndola abrir sus labios... le dijo que la quería y por un momento, se sintieron en paz.

Hinata separó sus labios dejando escapar gemidos que les calentaban la piel. Sasuke apoyaba su mano izquierda en la cadera de Hinata para ayudarse a mantenerla firme mientras la penetraba. Su vista oscura bajó a verse penetrarla. Ver su miembro desaparecer dentro de ella, sentirla, experimentar esa sensación de estrechez y escuchar a Hinata reaccionar a él, era adictivo. Perverso. Enloquecedor. Su sangre ardió más.

Jadeó.

Ella cerraba los ojos ante la fuerza que él estaba empleando y, a pesar de mantener su cadera firmemente sujeta, la rudeza y profundidad de sus embistes, estaban moviendo su cuerpo. El cuerpo caliente de Sasuke la hacía arder más, incluso a través de la ropa que él no se había molestado en quitarse.

—Mmm— Hinata cerró los ojos cuando él pegó su pecho a su espalda casi desnuda y, un segundo después, le mordió un hombro.

—Cuánto había echado esto de menos— gruñó el pelinegro casi sin pensar, al empujar sus caderas contra ella, moviéndose y moviéndola en un sensual y poderoso baile que les quemaba tanto por dentro como por fuera.

ConsecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora