Capítulo XLI

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Luego de la incomoda cena en la que el estúpido de Edison se comía con la mirada a Maya y los tontos chistes de Cris los cuales sólo hacían reír a la señora Batshon, por fin pasamos al postre y podremos largarnos de aquí.

-Y bien chicos que piensan sobre el local? Ya fueron a visitarlo no? – preguntó la señora Batshon.

-Oh, pues verá aún no hemos tenido la oportunidad de verlo, pero al escuchar a nuestras madres hablar sobre lo hermosa que es, la ubicación y la buena vibra alegre que les transmiten me imagino que ha de ser un lugar precioso – dijo con una tierna sonrisa.

-Pero que linda niña eres- le sonríe con ternura – serias perfecta para mi hijo no lo crees Edison? – miro a su hijo quien sonreía.

-Así parece no? – miro a Maya y ella se limitó a reir sarcásticamente.

-Gracias pero por el momento no estoy buscando pareja – volvió a decir.

-Cielos, creo que negaron a alguien – Hablo Cris antes de meterse una pierna de pollo a la boca.

-Eh, bueno… - interrumpió mi madre – fue una cena preciosa señores Batshon.

-En eso no cabe duda! Les pediremos que se presenten en dos días a la oficina para hacer esto oficial, que les parece? – dijo ahora el señor Batshon que había pasado callado toda la velada.

-Con muchísimo gusto! – asintió mi madre.

Luego de una larga despedida con los Batshon, el hombre de traje de antes nos llevó a casa de nuevo, se hizo muy amigo de Cristian que incluso en el camino se sentó al lado de él e iban hablando sobre el cuidado para bolita de grasa y como su casa estaba repleta de animales rescatados, por otro lado Maya cayó en un profundo sueño ya que puye su mejilla como cinco veces y no me golpeo, optó por tomarla y recargarla en mis brazos para que duerma más a gusto. Al llegar no tuve de otra que cargarla en mis brazos ya que no despertó.

-Si quieres puedo llevarla yo hijo – dijo el padre de Maya, mientras abría la puerta de su casa.

-Descuide puedo llevarla yo, no se preocupe – dije y se limitó a asentir y me dejos pasar.

Subi despacio las escaleras cuidando de no lastimarla con las paredes o algún mueble como lo hice con Cris hace unos años, al llevarla a su habitación la a recosté en su cama lentamente para después quitar sus manos de mi cuello cosa que no pasó ya que luego de eso sentí un pequeño beso en mi cuello y su levantó su mirada tiernamente.

-Desde hace cuanto estas despierta? – pregunté mirándola.

-No hace mucho, segundos más bien – jugueteo con sus aretes y alce un ceja.

-Enserio? – entre cerré mis ojos mientras la miraba y ella inmediata mente me soltó y vio hacia otro lado aún jugando con sus aretes entonces opte por arrodillarme frente a ella– lindos aretes por cierto.

-Rayos! – se percató y terminó riéndose – quizá desperté hace un rato.

-Y eso es?...

-Como hace dos cuadras antes de llegar… - me sonrió.

-Me hiciste cagarte solo por que no querías caminar? – fruncí el ceño y luego ella lo frunció.

-Enserio tenía sueño, pensé que caería dormida en cualquier momento – apretó mis mejillas.

-Te creeré… - la mire y la tome del mentón y poco a poco me iba acercando a esos lindos labios rojos que parece recién pintados, ella. Por otro lado se iba acercando mientras acariciaba mi cabello con lentitud y como si el destino no me quisiera abrieron la puerta haciendo que Maya rápidamente me soplar a con fuerza en el ojo y me miro sorprendida al verme caer al suelo con mi leve ceguera de mi ojo.

Enamorada de mi estupido vecino.   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora