Capítulo XLVII

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Eran las 6:00 am, le había dicho al señor Víctor que lo ayudaría a recolectar las moras en lo que el iba a comprar los ingredientes que faltaban para la tarta. Fui hacia el baño de la habitación a prepararme y lavar mis dientes luego de eso escuché un “Abuela calla a esa gallina” por parte de Maya y no pude evitar reír; al lado de la puerta había una canasta junto con una nota “Moras grandes y brillantes, por favor hijo” y supe que ese mensaje era para mi, pase por el lugar donde estaba cantando la gallina de la casa y le lance maíz, quizá así dejaba dormir un poco más a las mujeres de la casa y emprendí camino al jardín que estaba detrás de la casa para sacar las moras cuando vi unas pantuflas de panda en una banca y estaba sumida en su teléfono.

-Maya, Buenos días – llame su atención – ¿te despertó la gallina?

-Si, buenos días – sonrió y luego regreso la vista a su teléfono.

-¿Pasa algo? – pregunté dudoso.

-Claro que no, todo está bien – me volvió a sonreír mientras tocaba sus aretes, la mire con una ceja alzada y eso le hizo darse cuenta que lo había vuelto a hacer y soltó sus aretes – ¡Diablos!

-¿Que sucede? – me senté a su lado y reí al ver el puchero que hizo, el cabello alborotado tampoco le ayudaba – El teléfono no te hablara Maya.

-No es eso… - me extendió su teléfono y lo tome –  léelo – dijo y abrazo sus piernas haciéndose un bollito.

“Su solicitud a la beca ha sido aceptada, muchas felicidades señorita Stewart, será un honor para nosotros tenerla en nuestra universidad.
Se le solicita venir a una charla con la directiva de la universidad para hablar sobre su beca a las 10:00 am. Dentro de un mes, posteriormente a la pre-inscripción de materias del semestre.
Feliz fin de semana, le desea: La Universidad Interestatal”

-Maya eso es increíble, ya fuiste aceptada – la abrace y bese su cabeza – me sorprende ya 1ue aún ni nos graduamos…

-Me pidieron un expediente de años anteriores y me hicieron una entrevista a parte, quizá por eso me la aceptaron antes de tiempo – se encogió de hombros.

-¿y por qué no estas emocionada? – tomé con ambas manos sus mejillas para que me mirara y le di un pequeño beso en sus labios lo que hizo sonrojarse – Eres tan linda…

-¿Por qué eres tan cursi? – frunció el ceño aún sonrojada a lo que solo me encogí de hombros y suspiro – Alex enserio tengo miedo, aun no se si aceptar, anoche mi abuela me dijo que podía quedarme con ella y en la vacaciones y fines de semana iríamos a casa.

-Es una buena idea, no?

-No lo sé – se cruzó de brazos frustrada – los amo a todos y extrañaría mi casa.

-Tus excusas son bobas preciosa – sonreí – solo estarás a dos horas de aquí, no estarás en otro país, los fines de semana podrás ir a casa o incluso nosotros podemos venir aquí, se que te preocupa que perdamos comunicación pero si sabes que Madie, Lucas, Michael y Cris son tus mejores amigos no es así? Jamás serían capaces de olvidarte, mucho menos Madie, y yo estoy estúpidamente enamorado de ti como para olvidarte sabes? Te amo mucho como par a hacerlo la verdad e incluso creo que a mi me dolerá mas el que estés aquí y no en casa donde me sentía seguro al saber que estabas a mi lado – ella me miró con tristeza, estaba a punto de llorar – pero créeme que me hizo muy feliz ver el brillo en tus ojos ayer y eso me hizo que mi amor por ti aumentará un diez por ciento más, amas esa universidad y nosotros te amamos a ti, así que yo que tu inscribo y voy a esa cita si? Luego regresaremos a casa, entregaremos ese proyecto que nos llevó todo un año de escuela y buscaras un vestido y yo una corbata que combine con tu vestido e iremos a esa graduación y estaremos muy felices de acuerdo.

Enamorada de mi estupido vecino.   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora