Capítulo XVII

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N. Alex…

-Alex despierta amor – dijo esa voz femenina, lo cual hizo que me levantara lo que odie por que estaba demasiado cómodo

-¡Alexander arriba! – volvió a decir esa voz más molesta.

-Mamá? Qué pasa, esta temprano – digo restregando mis ojos mientras mi madre se sienta a mi lado.

-Lose cariño, solo quería decirte que Cristian se fue a un campamento con sus amigos, y con tu padre vendremos en la tarde, te deje tu desayuno en el microondas y por favor si sales saca tu llave, esta bien? – dice mi madre sin dejarme hablar.

-Bien mamá tu tranquila – te veo en la tarde – le di un beso y salió de mi habitación así volviendo a pegar mi cabeza con la almohada.

Y de nuevo reino la tranquilidad, hasta que alguien empezó a tocar el timbre como loco, hable demasiado pronto, me levante molesto hacia la puerta…

-Largo – digo sin ver quien era y cerré la puerta cuando la detienen.

-Así tratas a tu mejor amigo? – dijo Michael abriendo la puerta.

-Lo siento amigo pasa – viaje bostezando mientras lo acompañaba a la cocina.

-Estuve a punto de ir a la casa de Maya si no me abrías – dijo de lo más tranquilo al sacar una rebanada de tarta de mi refrigerador.

-Por que razón irías donde ella? – pregunte dudoso, acercando a él una taza de café.

-Pues si, como siempre estas con ella supuse que si no me abrías era por que de seguro estabas con ella – dijo jugando con la tarta.

-Algo me dice que esta conversación nos llevará a lo de siempre – dije mirándolo crédulo.

-No… bueno talvez – dijo cuestionando lo que acababa de decir.

-Idiota – dije golpeándolo en el hombro – que te trae por aquí?

-Bueno quería sabes si salíamos a correr un poco ya que no tendremos entreno esta semana, que te parece? – me pregunto sonriendo.

-Me parece bien, deja que me bañe y vamos – digo subiendo a mi cuarto.

Entro al baño, a darme una ducha y cambiarme al salir veo a Michael viendo su teléfono en una de las sillas.

-Tienes buena vista de Maya al parecer – dice sin alejar la vista de su teléfono.

-Es mi vecina que esperabas – dije rodando los ojos a lo que el río.

-Te acuerdas que de pequeños tapaba con periódicos para que ella no viera la cueva de machos? – dice levantándose.

-Como olvidarlo, muchas veces mi mamá nos sacaba de aquí por que pensaba que nos estábamos matando – dije riendo al recordarlo.

-Pero en realidad estábamos peleando contra, los súper soldados androides del pentágono ya que sabíamos “demasiado ” – dijo haciendo énfasis en lo de demasiado.

-Ni monstruo inmundo… – dije haciendo una voz ronca y fuerte.

-Ni bella princesa… - dijo imitando mi tono de voz.

-Nos separara, a nosotros a los súper espías – dije subiendo a mi cama mientras el se subía a mi escritorio.

-¡SUPER ESPIAS AL PODER! – dijimos al mismo tiempo mientras saltábamos de nuevo al piso.

-Que tiempos – dijo Michael riendo.

-Si – dijo poniéndome un chaleco – vamos? – pregunté poniéndome un audífono.

Enamorada de mi estupido vecino.   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora