Lauren
MiamiHabía despedido a mi amiga en el aeropuerto, no me parecía tan divertido, en realidad era la primera vez que me alejaba de ella, teníamos 8 años disfrutando de una fiesta de fin de año, mientras nuestros padres disfrutaban de tiempo en familia.
Normani iba a viajar con los suyos a Texas por lo pronto.Disfrute del vuelo, leí un poco y escuché buena música para relajarme, después de esos días tan interesantes y llenos de ansiedad. No pasaba nada. Miami solo era una ciudad ¿Que podría pasar si solo venía a visitar a mis padres?
Por otra parte yo había tenido una charla corta pero muy interesante con Tajani y habíamos quedado para salir cuando yo volviera de casa. Normani había hecho algo para convencerme y para lograr que la chica se atreviera a decir una sola palabra sobre mi y se lo agradecía. Era muy hermosa y me hacía pensar que mi año tendría esperanzas en el amor.Varias horas estaba caminando por el pasillo, rodeada de muchas personas que también viajaban para pasarla con sus familias. Demasiado entusiasmados para mi gusto. Ajuste mi chaqueta ligera y caminé para tomar el poco equipaje que había preparado.
Mis padres estaban esperando en casa yo misma les había pedido permanecer ahí, era mejor idea tomar un taxi y evitar que ellos tuviera que lidiar con el tráfico.
Empujando a un poco de gente logré llegar a la línea para tomar mi equipaje, espere un rato para identificarla, pero cuando lo hice una chica distraída logró empujarme a un lado y actuar rápidamente para obtenerla.-Lo siento mucho. Se disculpó. Vaya chica torpe. Para mi tranquilidad tuve mi equipaje en las manos pero ella siguió ahí. Había tomado la suya al parecer demasiado pesada por que no logró bajarla y ponerla a sus pies. En su lugar provocó que los demás se quejaran por que ella seguía empujando y siguiendo la línea con la maleta en su mano. Por dios. Rodé los ojos y cuando al fin comprendí que no lo lograría, mucho menos alguien más iba ayudarla. Di algunos pasos y a su espalda sujete la maleta. Tiramos al mismo tiempo, solo así logramos sacarla.
Era pesada y ella más baja que yo, delgada.-Muchas gracias, eres muy amable de verdad. Soltó una risita divertida. Algo que llamó mi atención pero sin provocar otro problema, decidí salir de ahí.
-¿Lauren?
Esa voz. Por supuesto. Mis vellos de los brazos se erizaron y mi corazón se aceleró como no recordaba. Eso debía ser una broma. Me quede estática a los pocos pasos que había dado.
-¿Lauren Jauregui?
Me di la vuelta cuando ya era obvio que no podría evitar ese encuentro. La chica distraída y con su maleta en problemas. Era Camila Cabello. La chica que había hecho mi corazón tan insensible.
Ella sonrió con alegría.
Era...era mayor. Dije para mi misma. Aunque también había detallado más de lo habitual. Con esa ropa casual, podía notar varias partes de su cuerpo que había crecido para bien. Seguía delgada y con esa cara fina, labios carnosos, su perfil perfecto y su cabello castaño, largo, buen cuidado. Luego nos miramos fijamente, sus ojos café, ella no dejaba de sonreír y yo no sabía que hacer.
-Wow, en serio que no te reconocí de primer momento.
Sentí un pequeño empujón a mi costado, dándome cuenta que seguíamos obstruyendo el paso del resto de las personas.-Creo que debemos movernos. Contesté seria. Ella cayó en cuenta también y para mi mala suerte, solo me siguió. Llegando a una parte de la sala de espera donde no estaba lleno.
Momento incómodo, un silencio donde no sabía que hacer. Dejé mi maleta frente a mi y extendí mi mano a la de ella.
-Hola Camila.
Ella sonrió demasiado y luego su cuerpo arrolló al mío de sorpresa. Estaba medio montada en mi maleta y con sus brazos rodeando mis hombros. Yo tensa por que ella invadiera mi espacio de esa forma.
Respiré un par de veces y con el olor suave de su cabello, sintiendo el calor de su cuerpo pegado al mío. Logré sobar su espalda de forma cuidadosa.
No se separaba. Por dios. ¿Que debía hacer?
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Sólo tú y yo
FanfictionCuando salí de mi casa y esa ciudad tenía dos ideas muy claras, uno; olvidaría para siempre a Camila Cabello y dos; volvería sólo para demostrarles lo que era triunfar en la vida.