Camila
Nueva YorkTarde más de lo pensado tratando de buscar algún tema para hablar o hacerla sentirse mejor, me apenaba mucho saber que tenía un resfriado por lo de ayer. A la vez mucha ternura con su pijama y las mejillas enrojecidas por la fiebre.
Suspiré antes de entrar y finalmente miré el bulto en la cama, su cabello sobresalía de las sábanas, iba a saludar pero me percaté del movimiento suave de su pecho, de verdad se había quedado dormida.
En su mano tenía un pedazo de rosquilla a medio comer.
Dejé el café en la mesa de noche para sentarme a la orilla de la cama y mirarla.
Casi reí por la pequeña mancha de chocolate sobre su piel.
Era el momento de irme, ella estaba descansando y se suponía que yo solo vendría para asegurarme de que comiera.
Pero mi corazón latía tan fuerte al verla vulnerable y recordar la sonrisa cálida que me dio hace rato. Estaba feliz de verme y yo me sentía igual.
Dejé todo de lado sin importarme. Quite los restos de comida de su mano pálida y con un beso limpie el chocolate de su piel.
Toque su cara con suavidad, no quería irme.
Exhausta de tener que fingir que me resistía a ella.
Quite mis zapatos y subí a la cama.
Me acomodé a su lado, de una forma en que ella pudiera verme al despertar. Pero sin esperarlo, Lauren se removió hasta quedar sobre mi pecho y suspirar en medio del sueño. Era tan dulce y bella. Que no me cansé de mirarla y abrazar su hombro.
Mis manos movieron su cabello por un rato y besé su frente varias veces.-Debí quedarme contigo desde anoche bebé. Susurré sobre su piel.
Noté cómo el calor de su cuerpo se disminuía un poco, eso era buena señal y la sostuve por horas tal vez.
Su respiración era tan calmada y disfrutaba de mi compañía.
Un alarma de su móvil comenzó a sonar.
Intenté apagarlo pero ella había despertado con el sonido y el movimiento. Aunque quisiera disimular que no estuve ahí abrazada a ella, no podía. Sentadas en la cama nos miramos sin decir nada.-¿Es...?
-Debo tomar otro medicamento, ya pasaron 6 horas.
Aclaré mi garganta y bajé de la cama para rodear y tomarla de la mesa de su lado.-¿Cuál es?
-La caja con rojo. Saque la píldora con cuidado y pase el vaso a sus manos.
Sonrió levemente después de tomarla y recargar la cabeza en el respaldo.-¿Cuanto he dormido?
-Dos horas, creo...aunque yo...bueno debo irme.
Busque mis zapatos pero su voz un poco ronca y graciosa me hizo mirarla.-Camdz.
Por dios. Eso había sido más tierno que verla dormir en pijama y acurrucada como un pequeño osito.
Sus ojos verdes y un puchero me hicieron ceder.
-No te vayas.
Pidió.
Sentía el mismo calor que ella probablemente. Dejé mis zapatos de nuevo en la alfombra y me senté a su lado.
-Debo sonar tan torpe.
Tosió un poco y luego me miró.-Suenas linda. Admití. Había tomado como la última pizca de energía que le quedaba después de beber esa píldora y sonrió de lado. El aire estaba tan bien, que creí nunca encontrar un mejor lugar para estar. Nueva York podría tener un clima más frío y no tendría muchas ganas de volver caminando al departamento. Se hacía de noche.
-Camdz, se que no hemos hablado mucho y...
Mis dedos dejaron sus palabras a medias, ella solo debía descansar.-Me gusta como me llamas. Se quejó bajo. -Pero es mejor qué descanses e intentes dormir más, te ayudará, mira...pondré una película y me aseguraré de quedarme hasta que se acabe.
-¿Me ayudarías a tomar un baño?
Mi mente se nublo y realmente estaba tentada a decirle que si, pero no tenía idea de cuanto le ayudaría eso.
-Es incómodo después de la fiebre, quiero sentirme un poco mejor ¿Si?
Con manos temblorosas ahí estaba. Ayudándola a quitarse la ropa, sintiendo su respiración un poco pesada y admirando la mitad de su cuerpo desnudo. Por dios. Debía resistirme a tocarla, solo bastaba con ayudarla a entrar a la ducha y nada más. Coloque un toalla sobre sus hombros y ella se apoyó en mi para alcanzar a entrar.
-¿No entras?
Noté ese pequeño brillo en su mirada y una sonrisa juguetona.-Lauren. Reclamé.
-Camdz. Contestó. Bien era suficiente. Sin impórtame nada me sujete a sus hombros y besé sus labios de forma efusiva. Era el primer beso que no parecía forzado ni con malos entendidos, era un beso como de reconciliación, demasiado dulce y con sentimientos tiernos. Me gustaba besarla, abrazarla con mucha tranquilidad.
-Eres lo más tierno llamándome así. Sonreí antes de que me alejara de su cuerpo y esta vez si la ayude a entrar a la ducha. Tardo unos 15 minutos, yo espere del otro lado de la puerta y escuchando sus quejas como niña pequeña por no haber obtenido lo que quería.
-Hola Camila. La cabeza sonriente de Normani apareció en la puerta del dormitorio.
-Acabo de llegar ¿Lauren?
Yo me crucé de brazos.-Esta tomando un baño, un poco mejor supongo.
Dije en voz baja.-Puedo cuidarla desde ahora, te acompaño al departamento. Asentí insegura, Lauren quizás se iba a molestar si no me despedía, así que indique a Normani que la alcanzaría en la sala y entre.
Pero Lauren envuelta en una bata me sorprendió al salir de inmediato. Con un poco de jabón en el cabello y apresurada.-Pero que...
-No te vayas Camdz, por favor.
Suplicó de nuevo. Bien. Había escuchado a Normani anteriormente. No podía resistirme a sus ojitos.-He dicho que veré una película contigo, se lo diré a Normani.
Con inseguridad soltó mi mano y entró al baño por segunda ocasión.
Dios. Sabia que todo esto terminaría conmigo y Lauren durmiendo en su cama. Y no podía engañarme a mi misma, esa idea también me enloquecía.
ESTÁS LEYENDO
Sólo tú y yo
FanfictionCuando salí de mi casa y esa ciudad tenía dos ideas muy claras, uno; olvidaría para siempre a Camila Cabello y dos; volvería sólo para demostrarles lo que era triunfar en la vida.