43

8.5K 495 20
                                    

Lauren
Nueva York

Ahora mismo trataba de mantener mi mente despejada pero es que Camz me sujetaba fuerte por el cuello y me mantenía sobre su cuerpo.
-Camz, creo que debes dormir. Sugerí a un punto limite.

-Pero no quiero eso. Frunció el ceño y me apretó más. Por fortuna se había dejado la ropa interior y yo luchaba por meterla debajo de las sábanas.
Sus labios se pegaron a los míos y fue difícil alejarme.
De pronto ya éramos una misma entre las sábanas, yo la besaba desesperada mientras trataba de quitar mi ropa. Ella gemía bajo.
Acaricio mis mejillas y cerro los ojos. Cuando la besé ella no respondió. Dios. No, debía ser una maldita broma, estaba dormida.
Con sus pestañas descansando sobre sus mejillas, sus labios entreabiertos y la respiración tranquila.
Me reí de mi misma y volví a colocar mi blusa. Eso había sido todo. Me había dejado tan prendida que no sabía que hacer. Salí de la cama con cuidado y la arropé. Sostuve mi cabeza por unos minutos al verla dormir, era tan hermosa de esa forma y sabía por dios que necesitaba verla dormir en mi cama muy seguido, tal vez a diario.
Sostuve mi pecho que latía descontrolado. Había estado tan cerca. Salí a la sala para saber de las otras chicas, solté una risa divertida al encontrarlas dormidas en sofá separados y un vaso derramado en la alfombra y una botella de whisky sin abrir sobre la mesa de centro. Decidí limpiar el desastre e intentar despertar a mi amiga para que fueran a dormir más cómodas.

-Normani. Solo se quejó pero fue imposible sacarlas de ese estado, así que solo traje mantas para cubrirlas y dejar un vaso de agua con aspirinas en la mesa. Tal vez al despertar lo iban a necesitar con urgencia.

Apagué todas las luces y caminé al dormitorio sin antes tomar una respiración profunda. Coloque mi pijama y me dejé caer en el otro extremo de la cama, esperando poder conciliar el sueño con el cuerpo tibio de Camila tan cerca. Parecía imposible. Algunos minutos en medio de su sueño pronunció mi nombre y terminó acurrucándose a mi costado. Yo terminé dormida con la mitad de su cuerpo encima de mi.

Desperté por el movimiento brusco que hizo al levantarse, abrí los ojos para observar su cuerpo entrar en el baño y cerrar de golpe. Me levanté somnolienta. Cerré la cortina para evitar que entrará el sol y miré el reloj. Mierda. A todas se nos hacía tarde para trabajar. Ni siquiera eso tenía en la mente la noche anterior.
Tardó mucho rato así que intenté entrar.

-¿Estás bien Camz?
El lavamanos se escuchaba.
Salió avergonzada y sonreí levemente. Con pequeñas marcas bajo los ojos, de maquillaje y de la noche tan interesante que tuvo. Tocó su frente después de mantener la mirada con la mía el tiempo suficiente cómo para hacernos sonreír de forma boba.
-¿Que? ¿La has pasado bien anoche?

-Dios, no digas nada, ahora mismo me siento....Suspiró profundo y decidió pasar a mi lado con una sonrisa ladeada.
Podría resistirme a tocarla. Pero su pequeño cuerpo que había cubierto el mío toda la madrugada me hacía una invitación interesante. Ella tomaba con precaución cada pieza de ropa.
-Toma una ducha, Iré a la cocina para preparar algo, yo te llevó a la clínica.
Negó aún estando de espaldas.

-No Lauren, creo que es suficiente con tu ayuda.
Sonrío avergonzada.
Aún así salí del dormitorio y le indiqué donde podía encontrar toallas y lo que necesitará. Prefería esperar lejos de ella a estar escuchando de forma tentadora que el agua caía sobre su cuerpo desnudo.

Entre a la sala, Normani permanecía sobre el sofá dormida. Dinah no estaba.
Minutos después descubrí el motivo, había utilizado la ducha. Cruzamos miradas y sonrió perezosa. Me indicó que debía mover a mi amiga para que volviera a la vida.
Costó renegando caminó para bañarse y estar preparada para ir a la sesión que teníamos programada en dos horas.
El desayuno tomó poco rato para prepararse con ayuda de Dinah. Cuando Camila estuvo con nosotras yo me di prisa para una ducha y estar lista para llevarlas.

-Lauren.
Salí del armario para atender a su llamado, ella estaba en el dormitorio. Para fortuna ya estaba lista y ella me miró de pies a cabeza con una sonrisa.
-Debemos ir al departamento y tomar algo de ropa.

-Puedo prestarte algo.
Negó divertida.

-Nos tomará casi nada estar listas, lo prometo.
Cedí a lo que pedía.

Normani y yo esperábamos en el auto mientras ellas habían subido al departamento.
Mi amiga aprovecho para interrogar.

-¿Tuvieron sexo?
Rodé los ojos.

-No Normani, en realidad ella se ha quedado dormida. Dije bajo. Ella comenzó a reírse de mi. Aunque dormir con ella compensaba todo, no podía sacar la idea de mi mente. Respiré profundo.

-¿Es lo que te molesta en realidad?
Las chicas entraron al auto y conduje por la ciudad. El lugar no estaba alejado así que en poco rato estuvimos afuera de la clínica.
Despedí a Camila con un beso en los labios.
Normani me molestó el resto del camino a la empresa.

-¿Que vas a hacer?
Subimos el elevador bajo su interrogatorio.

-No tengo idea. Admití alucinando todavía con la sensación de sus labios suaves sobre los míos. Intenté mantener mi postura y seguir caminando bajo la mirada del resto de las chicas.

-Deberías invitarla a comer en unas horas, tiene una resaca terrible.
Sugirió mi amiga. Sonreí. Aunque no parecía tan mal, simplemente se mantenía igual de linda. Por dios, estaba bobamente enamorada de Camila.

NECESITO RECOMENDACIONES PARA LEER ❤️

Sólo tú y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora