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Camila
Nueva York

Normani me miró risueña desde la sala.

-¿Te ha convencido cierto? Lauren puede ser muy persuasiva.

-¿Escuchaste la forma tan tierna en que habla?
Reímos las dos. Claro que lo había notado. Y dormía tiernamente, se acurrucaba entre las sábanas y luego hacía esos ojos tan lindos. Suspiré. Algo que no pasó desapercibido por su amiga.

-Esta bien, quédate con ella esta noche, debes convencerla de descansar otro día para que se recupere.
Tenía razón, apenas la fiebre había bajado pero sus síntomas iban a continuar por otras doce horas más.
La posibilidad de pasar un día completo junto a ella me emocionaba, aunque sabía que no podía hacerlo por el trabajo.

Debía hacer algo para la cena, más té o café.
Me entretuve un poco en la cocina mientras Lauren terminaba su baño. Para sorpresa de ambas, salió a la sala con otra pijama divertida y su cabello húmedo. Me miró a mi y luego a Normani.

-¿Pasa algo?
Sonreí hacía ella y luego un pequeño cojín golpeo su cara. Normani no podía ni siquiera dejar de molestarla cuando estaba enferma. Un poco enfadada por el ataque caminó hacia el sofá y descanso junto a ella.
Se susurraban un par de cosas que me gustaría obviamente escuchar ¿Era sobre mi?
¿O sobre la revista?
Dios.
El pan tostado con mermelada estaba listo y ensalada, junto al café caliente lo puse en una bandeja para llevarlo a la sala y cenar ahí.

-Gracias Camdz...

-Por nada be...
Mis palabras salieron solas y entre mis mejillas sonrojadas y la risa de Normani, me senté al otro lado de Lauren para verla comer como si no hubiera un mañana. Llenaba su boca de comida y luego gemía sobre algo.

-¿Que le esta pasando? Pregunté a su amiga.

-Tenía bastante tiempo sin probar algo tan dulce supongo...oye debo irme a dormir...hasta mañana.
O dios no, no quería que se fuera todavía, necesitaba relajarme un poco y pensar en lo que iba a hacer con esa bomba de ternura sentada a nuestro lado, deseaba que durmiera con ella y siguiera cuidándola.

-Aún es temprano. Me quejé en voz baja. Pero a ella le dió igual y dejó un beso en la mejilla de ambas.
La televisión fue lo único que se escucho por un buen rato, nuestros hombros se rozaban y uno que otro estornudo de Lauren me hacía hablar.
Ella se dejó caer sobre el sofá, totalmente recostada y con la panza llena. Había terminado con todo lo que puse en el plato. Miró la televisión entretenida.
Era una película romántica, creía, en realidad no estaba poniendo mucha atención pero justo en el momento del beso lleno de amor, tope mi mirada con la de Lauren. Ella estaba conectando fijamente sus ojos con los míos. Sin parpadear.

-Te extrañaba demasiado.
Dijo con cuidado y esperando a que yo no me alejara. No podía hacerlo, hasta hace rato sin resistencia besé sus labios.
-De verdad no quiero que te vayas, y no sólo esta noche, quiero decir...no quiero alejarme de ti de nuevo.

Lauren

Por supuesto que mi mejoría tenía que ver con el humor.
Ella estaba aquí, aún con algunos malestares podía sentir la tranquilidad de mi alma, algo que solamente sus ojos cafés podían curar. Deseaba abrazarme a ella, aprovechar cada segundo que permanecía conmigo. Era tan dulce al quedarse ahí.
Reí en mi cabeza al pensar en el trato anterior con mi amiga. Tuve que pagarle algunos dólares para que fingiera estar cansada y nos dejara a solas de nuevo.

-Es...

-¿Vamos a recuperarnos de eso verdad? Pregunté con mi corazón encogido. Sonrió de forma inmediata.
Aunque no contesto nada así de rápido, sentí su cuerpo acurrucarse en el mío y soltar un suspiro largo.

-Me tienes bebé, Lauren, no quiero alejarme de ti otra vez.
Cerré los ojos y respiré sus aroma dulce. El poder curativo de su corazón. Dios. La amaba tanto, como idiota.
Debía enfermarme más seguido, de nada grave, así ella seria mi mejor medicina.
Aún con el sabor dulce de la mermelada, pude saborear un beso de su boca. Esperaba que nada de esto se contagiara, por que las dos enfermas no iba a ser divertido ¿o si?
Pero por mi culpa lo interrumpí, había colocado su pequeña mano en mi torso y resentí la parte de mi tatuaje.
-¿Que pasa?

-El sólo tú y yo ¿Lo recuerdas?
Sonrió dulcemente y me abrazó de otra forma.

-Me ha gustado mucho.

-¿De verdad? Levantó su cabeza de mi pecho para mirarme y besar mi barbilla.

-Si, mucho, me recuerda a la verdadera conexión que tenemos.
Si, por muchas razones había pensado en eso. Los años de amistad con ella, eran mi bendición.
-No quiero que nadie más pueda verlo, nunca Lauren ¿Me escuchaste?
Asentí y busqué besarla, pero ella se separo de forma brusca. Dejándome todavía recostada en el sofá. La miré ordenar todo en la bandeja y volver a la cocina.
Diablos. Algo malo debí haber dicho. Caminé inquieta a la cocina. Recargada sobre la encimera y con su mirada pensativa.

-¿Amor?

-Puedes mirarte muy tierna Lauren, puedo cuidarte y besarte, pero tampoco podemos hacer de cuenta que nada paso, es... no puedo sacarme algunas cosas de la cabeza, como todo lo que sucedió en los meses pasados, quiero que me des un poco de detalles, necesito no sé...tener una explicación buena para creerte que no vas a dudar de mi y que no saldrás corriendo detrás de otra mujer cuando las cosas se compliquen entre nosotras.
Me quejé bajo. Pero tenía bastante razón, ahora que me sentía un poco mejor podríamos hablar sobre todo eso. Llegar a un trato justo y comenzar nuestra relación con bases más sólidas.
Con más amor del que ya desbordábamos. Asentí lentamente y extendí mi mano, debíamos estar sentadas. Mi cuerpo lo reclamaba.

LO SIENTO TARDE DEMASIADO EN ACTUALIZAR. PERO TUVE TIEMPO PARA TRATAR DE ORDENAR ALGUNAS COSAS EN MI VIDA JAJA.
TENGO UNA PREGUNTA ¿COMO SUPERAR UNA MENTIRA DE CASI 5 AÑOS? IMAGINEN QUE ES DE UNA PERSONA MUY IMPORTANTE PARA USTEDES.
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Sólo tú y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora