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Camila
Nueva York

Entre al edificio sin problemas, es decir, la chica de recepción sabía de mi relación con Lauren, ella daba la indicación de dejarme subir cada que yo quisiera.
Sonreí amable y la chica me miró con sorpresa tratando de explicarse de mis meses de ausencia.
Estuve sola en elevador con tranquilidad y espere a que subiera. Sostenía en mi mano una bolsa con la comida para ambas.
Sonreí. Si que estaba enamorada, en la clínica todos habían notado que mi humor estaba mejorando y no dejaba de sonreír. Dinah era quién iniciaba todo.

Cuando el elevador sonó, me miré por última vez en el reflejo de sus cristales, estaba bien a pesar de no tener mucho tiempo para arreglarme.
Con un poco de angustia caminé a su oficina, miré a las chicas a mi alrededor. Gruñí bajo, de verdad Lauren debía trabajar con ellas a su alrededor, saludé a un par que eran muy amables conmigo. El resto del equipo trabajaba a su ritmo sin interrupción, no miré a Normani.

Di vuelta sobre el pasillo para casi llegar y miré algo que no me agradó para nada.
Era esa mujer, Tajani, saliendo de la oficina de Lauren.
Sentí cómo una emoción demasiado nueva subía por mi cuerpo. Dios. No quería hacer ninguna tontería, era mejor alentar el paso y esperar a que ella se fuera de ahí.
Pero no. Ella tenía que mirarme. Casi noté como su cuerpo se tensaba. Caminó directo a mí.
Apenas a una puerta de la oficina de Lauren, se plantó de frente.

-¿Tu de nuevo aquí? En serio que no te cansas de ser la otra de Lau.
De todo lo que me decía, lo que más me molestaba era escucharla llamar por sobrenombre ¿En que momento había pasado? Hice un gesto para pasar de ella.
Un montón de palabras estaban bloqueadas en mi garganta. Más valía que se fuera.
-¿Que haces aquí Camila? ¿No fue que te enteraste de lo nuestro?
Se burló.
Mis nervios estaban de punta. Ella sonreía con suficiencia y arreglaba su cabello tratando dé provocarme.

-¿De que terminó contigo? Por supuesto que lo sé, que mal que yo si sepa los motivos, por que aparentemente ella no te contó que fue por mi.
Sonreí leve y tratando de salir de ahí sin ningún problema, di un paso atrás para tomar mi camino. Pero ella tenía que hacerlo peor.
Tomó mi brazo para detenerme.

-Ella y yo seguimos juntas, cariño.
Dijo entre dientes.

-¿Dónde? ¿En tus sueños?
Sus mejillas se enrojecieron y yo fingí indiferencia.
-Mira, de verdad no intentó pelear contigo cuando venga aquí, estaré muy seguido y solo intento decirte que no vale la pena seguir insistiendo con Lauren, ella y yo estamos juntas otra vez.
Notaba su tensión, estaba más que enfadada y sonreí en mi mente con suficiencia, necesitaba dejar en claro que no permitiría que me molestarán sus comentarios. Le creía a Lauren, la amaba a ella y estaba segura que esta vez no habría nadie que nos alejará.

-No te acostumbres, Lauren solo lo hace así por un tiempo.
No iba a dejarme ir, no quería saber su objetivo pero había algo en mi mano que debía entregar, además le había avisado a Lauren que estaba llegando. Di varios pasos a un lado para seguir caminando.
-Eres demasiado tonta Camila, ella nunca ha tenido un compromiso real y es evidente que lo suyo no terminará como tu quieres.
Respiré profundo. Cansada de sus comentarios sin sentido. Podría llegar a ser muy insistente y me preocupaba que intentara molestar a Lauren más de lo necesario.

-¿Te refieres a que nuestra boda no será real?
Dije lo primero que se me ocurrió.

-¿Que?
Preguntó sorprendida. Yo me asusté de que en verdad lo creyera. Un poco avergonzaba esperaba que esas palabras no llegarán a Lauren. Que si, si me imaginaba casándome con ella, pero era muy pronto.
La otra parte de eso me gustaba demasiado, casarme con Lauren, vivir juntas.

Sólo tú y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora