Camila
Nueva YorkTodo había sido tan lindo y soñado, Lauren y yo pronto íbamos a cumplir tres meses en la relación, la amaba tanto e intentábamos mantenernos siempre la una para la otra.
Así como ahora, cuando Lauren tenía que trabajar en la revista en un sábado y yo traer un poco de comida para consentirla y hacerla descansar unos pocos minutos.
Era la tercera ocasión que atravesaba por ese pasillo y aún seguía recibiendo las terribles miradas de las modelos, me intimidaban por supuesto pero siempre aparecía Lauren para salvarme y darme un beso, eso calmaba mi inseguridad.Toque la puerta de su oficina dos veces y ella contestó que podía pasar.
Ni siquiera había levantado su vista del ordenador.-Déjalo todo en aquella mesa, lo reviso y envío para correcciones ya sabes.
Dijo sin pensárselo. Yo intenté no reír. Me había confundido con su asistente.
Dejé la bolsa de comida en la mesa que indico y con pasos lentos me acerqué al respaldo de su silla.-¿Algo más que pueda hacer por usted Señorita Jauregui?
De inmediato dio la vuelta en la silla y yo reí.
Sus ojos de pronto comenzaba a brillar y su sonrisa más hermosa apareció.-Amor. Pronuncio con ternura.
-Hola bebé ¿Porqué trabajas tanto hoy?
Me arrastró a su regazo y comenzó a besar mi cuello con mucho entusiasmo. Yo terminé por recargar mis labios sobre lo suyos por unos minutos.
Hice un puchero tierno y la abracé por el cuello.
-Te has desaparecido estos dos días y se suponía que hoy iríamos a comer con Dinah, lo olvidaste.
Su cuerpo se tenso, cayendo en cuenta que se había olvidado de verdad.-Mierda, lo siento tanto Camz.
Soltó un resoplido y recargó su frente en mi pecho.
-He estado tan metida en los detalles de la próxima edición, que olvidó cualquier otro plan ¿Estás enfadada?
Yo negué divertida. No estaba enfadada, más bien preocupada por verla trabajar tanto y no descansar.
Amaba los fines de semana que pasaba con ella, mirando televisión, en pijama, en su departamento o en el mío, también adoraba cuando no llevábamos ropa y hacíamos el amor por muchas horas. Pero en la última semana apenas nos habíamos visto.-No lo estoy bebé, solo me preocupa que no descanses y además te extraño conmigo, echadas en el sofá y tus manos sobre mi espalda dando un masaje ahora mismo.
Las dos sonreímos bobamente y el resto la pasamos dándonos besos un poco más calientes. Su mano jugaba de vez en cuando sobre mi pecho y apretaba mi cintura.
-Te traje comida.
Liberó mi labio inferior y por fin pude hablarle sobre lo que le traje.
Salí de su regazo y segundos después volví con la comida cerca de las dos. Había sido algo que prepare con prisa, ensalada con vegetales y un poco de pollo a la plancha. Lauren cuidaba demasiado su alimentación.
Besé sus labios entre bocados.Lauren
Casi tres meses y yo no podía ser más feliz en mi vida, hasta que llegaba la hora del día en que miraba a mi novia. Por dios. Tres meses con Camila.
Adoraba cuando tenía gestos tan buenos conmigo, como ahora preocupada por mi alimentación y la forma en que trabaja.-Mi madre insiste en que los visite un fin de semana ¿Que opinas?
Iba a ser difícil escaparse a Miami por dos días, no quería que nada la convenciera de quedarse de nuevo allá.-Que lo hagas pronto por que si no va a enfadarse demasiado.
-Genio, tu vas a venir conmigo.
¿Que? No entendía para que debía acompañarla.-Pero...
-Pero nada Lauren, debo presentarte con mis padres como lo que eres.
Besó mis labios tratando de distraerme. Pero era imposible no tensarse. Sus padres me ponían de nervios. ¿Que iba a decirles exactamente?
Que Camz ahora estaba conmigo, su ex mejor amiga de la infancia y la chica que la orilló a separarse de ellos. Y no es que fuera que Camila era pequeña para tomar malas decisiones, más bien la había alejado por motivos tan estupidos.
Peinó mi cabello con sus dedos de forma tan suave qué casi quedaba dormida. El resto de la comida quedó olvidada en el escritorio.
Ahora mismo sólo quería verla desnuda debajo de mi.
Sonreí orgullosa al mirar la última marca que dejé en su cuello, en nuestra última vez. Me gustaba marcarla y apartarla solo para mi.-Es solo que es muy pronto amor.
-¿Porqué? ¿A caso no estás segura de lo que ha pasado con nosotras?
Respondió un poco enfadada. Dios. Enfadada era como un gatito poniendo mala cara. Quería comérmela besos.-Jamás había estado tan segura de algo y....esta bien si quieres que vaya contigo.
Sonrió con suficiencia, bien, tenía un problema lo sabía, no me gustaba contradecirla, era como un capricho complacerla en todo, aunque ahora me comprometiera a algo tan importante.
Se removió en mi regazo para luego recargar su cabeza en mi hombro.-Todo saldrá bien bebé, de verdad.
Besé las partes libres de su piel y me acerqué al escritorio para seguir trabajando aunque su presencia me distrajera de vez en cuando, como ahora que tocaba suavemente mi muslo.-¿Dinah que te dijo? ¿Se las va a cobrar por que no las acompañe?
Camila rió divertida. Sabía la clase de bromas que me gastaba su mejor amiga.
Como si la estuviera llamando mi mejor amiga entró a la oficina por sorpresa.
Normani se percató de que Camz estaba ahí y retrocedió dos pasos cubriendo sus ojos.
Haciéndonos reír a las dos.-¿Están vestidas? Se burló.
-Por supuesto. Dije fingiendo molestia. Ella liberó su vista y camino sonriendo hasta frente al escritorio. Robando un poco de la comida que dejamos.
-¿No irán a casa ya?
Yo negué de inmediato. No podía irme sin que todo estuviera listo. Camz salió de mis brazos entre mis quejas.-Sabes que yo si quiero irme al departamento, te veo allá bebé, no tardes. Dijo mi novia antes de inclinarse a mis labios. Normani espero amablemente a que Camz recogiera sus cosas y la comida, para salir.
Debía recortar mis horas en la empresa, mi mente me decía que lo indicado era estar el máximo tiempo posible junto a mi novia. Me lanzó un beso antes de marcharse con Normani.
Yo suspiré profundo pensando en la corta visita que teníamos que hacer a Miami.
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Sólo tú y yo
FanfictionCuando salí de mi casa y esa ciudad tenía dos ideas muy claras, uno; olvidaría para siempre a Camila Cabello y dos; volvería sólo para demostrarles lo que era triunfar en la vida.