Lauren
Nueva York-¿Ella te ha pedido comida?
Normani sonrió.-Lo se, es bastante confuso, pensé que no iba a pedirme nada pero me llego ese mensaje luego y la verdad aunque se trate de una broma no puedo dejarlo pasar.
Había sido la corta conversación que mi amiga y yo mantuvimos acerca del tema.
Y por cinco días envié su cena, había seleccionado comida rápida desde hot dogs famosos, hamburguesas y hasta pretzels. Y aunque había intentado por mensajes convencerla de dar un tour por la ciudad ella se negó y solo agradecía por la cena.
En fin de semana estaba cansada de no tener algún avance con ella, así que me arriesgue a llevar un desayuno para ambas, de forma personal.
Y ahí estaba detrás de la puerta, indecisa si debía tocar y dejar la canasta o esperar para entregarla en sus manos.
Finalmente toqué y espere nerviosa.
Para mi fortuna fue su amiga quién abrió. Me recibió con una enorme sonrisa.-Ey mi chica favorita. Dijo entusiasmada haciéndome reír confundida. Tomó la comida de mis manos y gritó a Camila.
-¡La ojiverde está aquí! Siéntate Lauren, ella sale en un rato, queríamos ir a alguna cafetería, es nuestro primer fin de semana libre, pero has caído del cielo.
Asentí y me senté en el primer sofá un poco tensa.
¿ojiverde? Me reí en silencio.-¿Que dijiste?
Se escucharon unos pasos y Camila apareció. Me miró sorprendida y miré hacía abajo. Mierda. Pude evitarlo pero observar sus piernas libres de ropa, llevando encima solo una playera blanca suficiente para cubrir su culo y los muslos. Estaba realmente hermosa.
Aclaré mi garganta.-Buenos días Camila.
Ella se quejó en silencio.-Hola. Simplemente dijo. No fue más que el pequeño empujón de su amiga lo que me hizo caminar al comedor donde la chica había colocado el desayuno y servido en tres platos. La cafetera sonó enseguida y nos sirvió.
-No seas tímida Lauren.
Me senté a su lado.
-Diablos, debo agradecer las deliciosas cenas de la semana, ya avise a Camila que si ella no te quiere, yo voy a aprovecharme de ti. Me guiñó de forma sensual.
Bebí un poco de café pero terminé escupiendo una buena parte al escuchar a la chica rubia pronunciar esas palabras y una tos espantosa me obligó a inclinarme a un lado de la mesa.
Dinah como se llamaba comenzó a reír y me pasó una servilleta. Camila miraba terriblemente mal a su amiga.
Ambas se encogieron de hombros y tomaron el primer bocado mientras yo limpiaba lo que derrame sobre la mesa. Mierda. Moría de pena. Esa chica era un caso.-Debo aclarar que fue Dinah quién escribió ese mensaje sobre las cenas.
Dijo Camila. Aclaré mi garganta.-Espero que les gustarán.
Comimos en silencio y entre miradas sospechosas de Dinah hacía nosotras dos.
Tenía razón en sospechar que de trataba de una broma. Pero en fin, ya lo había hecho.
-¿Ya pasearon por la ciudad?-Solo un poco Lauren, calles cercanas y visitamos algunas cafeterías. Dinah contestó con una sonrisa disimulada.
-Quisiera...puedo darles un paseo hoy ¿Que dicen?
Dinah asintió sin pensarlo y a regañadientes por la presión de su amiga, Camila acepto. Bien logré algo al menos.
30 minutos después salimos del edificio y subimos a un taxi, que por supuesto nos dejo en medio de las avenidas principales en la ciudad, paseamos por las tiendas y ellas tomaron las fotos suficientes como para compartir el resto del año. Camila se mantenía todavía distante a mi y aunque Dinah intentaba darnos el espacio para hablar, ella no lo hacía. Me sentía ya cansada y un poco frustrada cuando llegamos a Central Park.
Caminamos demasiado y solo nos detuvimos para escuchar a un grupo callejero tocar un poco de Jazz.-Suena increíble ¿Les molesta si voy a por un algodón de azúcar?
Dinah interrumpió entre el ruido. Yo negué. Dimos algunos pasos lejos del grupo y Camila la miró reprochando.
-No tardo.
La chica se fue y nos dejo a solas.
Yo ubiqué una banca libre, cerca y me quedé ahí para descansar, ella no tardo en igualarme. De todas formas el silencio seguía.
Aclaré mi garganta y decidí mirarla después de esas horas, esperaba que ella no lo tomara a mal.-¿Estás tan molesta? Solté sin pensarlo, pero es que la frustración no era buena amiga mía.
-Es obvio que si Lauren.
Fue lo que dijo durante ese rato, Dinah caminó hacía nosotras.
La oportunidad de hablar un poco más estaba perdida, pero no se me ocurría algo más para convencerla de hablar y poder solucionar.
Cerré los ojos y mejor me alejé lo suficiente, Dinah estaba de regreso en pocos minutos, con golosinas y cosas para compartir.
Aprecie el perfil de Camila. La forma en que luchaba por mantener su cabello tras la oreja y como miraba alrededor, buscando algo más bello, dios.
Si que era imposible ¿A caso no iba a poder alejarla de mis pensamientos?
Moría de ganas por acercarme sin importar nada y besar sus mejillas, o mejor. Dejar un beso en sus labios y tomarla por la cintura. Pero claro que ni de chiste ella permitiría algo así.
Su amiga me dió un guiño y después compartió lo que tenía en las manos.
Mi móvil comenzó a sonar interrumpiendo lo que ahora pasaba. Ella había logrado mirarme por segundos.
ESTÁS LEYENDO
Sólo tú y yo
FanfictionCuando salí de mi casa y esa ciudad tenía dos ideas muy claras, uno; olvidaría para siempre a Camila Cabello y dos; volvería sólo para demostrarles lo que era triunfar en la vida.