Sólo tú y yo

38

Lauren
Nueva York

Sus labios se pegaron a los míos apenas segundos por que Tajani decidió aparecer en la escena. Mierda. Aún después de eso. Tomé la mano de Camila con la mía y miré a la otra chica.

-Oh perdón, Lauren, necesitaba discutir algo contigo.
Suspiré profundo y sentí el pequeño apretón de Camila en mi mano.

-Creo que será en otro momento, ahora debo salir ¿Es sobre la revista?
Ella asintió.

-Bien, será el lunes entonces. Sonrió a ambas de forma incomoda y salió de nuestra vista en el pasillo. Camila iba a alejarse pero no la dejé.

-Vamos al departamento, debo presentarte a alguien.

-Lauren espera.
Quedé frente a ella una vez más, ella se esforzaba por mantener los momentos tensos de hace rato.
-No es algo que podamos discutir en medio de tu trabajo...

-Lo entiendo, tu debes darme un tiempo para hablar de esto y prometo cien por ciento que valdrá la pena ¿Si? Acaricié su mejilla y luego ella asintió insegura, dejándome con un beso solo en mi imaginación, había soltado mi mano para poder contactar a Dinah y mirarla abajo.
La chica apareció en recepción acompañada de Drake. Dios no. El no podía acercarse a ella.
Amenace con la mirada al tipo y salimos de ahí antes de liarla más.
El viaje hacía mi departamento solo se basó en la conversación que Dinah tenía conmigo, sobre la revista, el set de fotografía que estaba montado y lo maravilloso que trabajaba Drake en ello.
Para mi suerte no había soltado su número de móvil.
Fuera de eso, intenté tomar la mano de Camila sobre su muslo pero se negó. Iba a ser difícil.
Llegamos al departamento y las invité a pasar.
Las tres abrimos los ojos de golpe al ver a Normani pasearse por la sala en solo ropa interior.
Casi golpee mi cabeza en la puerta.

-Normani. Dije en voz baja y ella se giro casi lanzando al piso el bowl de palomas de maíz al piso.

-Oh dios, hola. Tocó su pecho asustada ni siquiera se daba cuenta del show tan tremendo que daba. Eso podía complicar una vez más la confianza que Camila puso en mi hace pocos minutos.

-¿Podrías ir a vestirte?
Se miró levemente y toda la piel morena hermosamente cuidada. Bien, era hermosa, mi amiga lo era. Dinah soltó una risa cómica al verla escapar a su dormitorio. Yo las invité a sentarse y preferí no mirar a Camila.
Mi amiga apareció después, con algo decente puesto.

-Hola chicas, soy Normani. Extendió la mano a Dinah primero y luego a Camila. Después de la incómoda presentación.
-Las recuerdo, ustedes saben después de que tu chica...golpeaste a mi amiga como se merecía. Sonrió con orgullo a Camila robando una a ella. Eso me tranquilizó.

-No hay que hablar sobre eso. Pedí un poco molesta.

-Claro que debemos, debiste ver su cara de tonta cuando te fuiste, intenté conseguir la grabación en las cámaras del edificio pero me lo negaron. Siguió burlándose y seguida de Dinah comenzaron una charla bastante animada entre las dos. Supuse que iban a molestarme el resto de la vida. Camila miró alrededor sin saber que hacer y yo me recargué en el sofá.
Teníamos que hablar, y debía guiarla a mi dormitorio sin que pensara que quería aprovechar e momento. Así que me incline cerca de ella y tomé su mano.

-¿Me acompañas? Debemos charlar.
Aclaré mi garganta y sin tomar mi mano me siguió. Hice una seña a Normani para que no me interrumpiera, Dinah levantó sus pulgares en señal de apoyo y continuaron platicando.
Tomé la espalda de Camila para guiarla.
-Vivo con Normani desde hace poco, ella comenzó a trabajar de modelo en la revista cuando no pudo conseguir un buen trabajo y como yo vivía sola le he dicho que viniera conmigo, es mi amiga desde la universidad.
Di un pequeño recorrido por del departamento y finalmente le mostré mi dormitorio. Ella entró un poco tensa y yo cerré la puerta con pasador sin que se diera cuenta. Dió una vuelta en un solo punto y quedó frente a mi. Cruzada de brazos.
-¿Te gusta?

-Es muy sofisticado.
Me encogí de hombros.

-No pasó mucho tiempo aquí, solo por la noche, a veces tengo que quedarme en la trabajo.
Dije tranquila.

-¿Sola?
Quise reír por su pregunta pero mejor lo evite.

-Sola, muy sola.
Me senté en mi cama y la invité a hacer lo mismo pero no quiso. Mejor se quedó de pie y mordiendo su labio inferior.

-Si vine por ti Lauren.
Confesó y yo sonreí. No pude evitarlo. -Necesitaba darte un buen golpe y demostrarme que no me equivoqué al ver algún tipo de remordimiento en tus ojos.

-Si era remordimiento pero también un montón de sentimientos, estoy...

-Ya lo dijiste y prefiero que lo guardes por ahora. Asentí.
-¿Podemos hacer que esto vaya despacio? Por que también tengo dudas.

-No quiero que las tengas, es claro, intenté vengarme por que tu no me quisiste cuando yo quería,es algo muy tonto, no actúe cómo un adulto y engañe a mi mente, justificando que me acercaba a ti con otros motivos pero no fue así, me acerqué por que quería estar contigo y saber lo que sentía.

-¿Y ya no tienes nada contra mi?
Preguntó indecisa y angustiada por la respuesta.

-No.

-Lauren, debes saber que cuando tu te fuiste yo también la pasé mal, eras mi mejor amiga y me di cuenta que no actué como tal en algunas ocasiones o la mayoría del tiempo después de que comencé a tener citas y...el punto es que te quería, te...quiero ¿Ok? Y me sentí herida cuando te marchaste...una parte de mi sabía que no podía dejar ir lo que sentí en tan poco tiempo.
Asentí e intenté abrazarla pero ella lo impedía colocando su palma sobre mi pecho.
-Espera, no es algo que podamos dejar así nada más.

-Oye te creo, de verdad y no pienso hacer nada mal ahora, te creo y no me importa lo que haya pasado, te quiero también.
Fue su turno para suspirar y soltar algo realmente importante.

-Bien, pues yo te mentí sobre algo, sobre Fredd, el era mi...casi prometido.
Retrocedí algunos pasos sin entender por que soltaba algo así hasta ahora ¿Iba a casarse con el?
O bien. Le di la espalda y me sentí realmente amenazada por alguien. Ella iba a casarse, lo que hubiera pasado para que ella lo cancelara no cambiaba el hecho de que ella estaba segura de unir su vida con ese hombre.
¿Iba a casarse? Dios.