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Camila
Nueva York

-Me discupan, tengo que contestar. Lauren pronunció mientras se levantaba de la banca. Dios. Casi me tenía. Había cometido el error de mirarla a los ojos y sabiendo que eso me trastornaba de inmediato. En este momento agradecía que Dinah estuviera llegando a nosotras y con comida.
Lauren se alejó demasiado para mi tranquilidad, estaba de un postura nueva, con una de las cejas levantada y hablando muy rápido. Podría ser del trabajo.

-¿Y bien? ¿Funcionó?
Yo negué a Dinah.

-No, creo que le han llamado del trabajo.
Me encogí de hombros y esperamos a por ella unos 20 minutos. Bien, estaba enfadándome. ¿Porque tenía que llamar por teléfono tanto tiempo?

-Ya se tardó ¿Porqué no caminamos? Así ella se da cuenta que no queremos esperar más.

-No, ammm....
Pero para cuando quisimos tomar una decisión ella estaba a nuestro lado de nuevo. Con una cara nada agradable y tensa. Mordió sus labios un poco desesperada y se disculpó con la mirada. Sabía que tenía algo que decirnos pero buscaba la forma en que no nos molestara.

-Chicas yo...bueno, tengo que ir a la revista ahora, ha surgido un inconveniente y debo solucionarlo lo más pronto posible, podrían acompañarme o puedo llevarlas en un taxi a su edificio y de ahí me voy.

-Podemos continuar nosotras solas. Fingí estar enfadada. En realidad solo me intrigaba lo que había cambiado después de la llamada. Mi voz salió tensa tal vez por que ella se incomodó demasiado y Dinah se me quedo mirando.

-Nada de eso, yo las he traído de paseo, debo asegurarme de que la sigan pasando bien.
Aclaró su garganta y comenzó el un juego extraño con su cuello.
Ya no supe que contestar pero se suponía que por eso Dinah estaba a mi lado. Con cara molesta sólo miré como disfrutaba de su algodón de azúcar ignorando nuestras miradas tensas. Nada más le faltaba silbar para demostrar completo desinterés. Choque mi codo en su brazo de forma disimulada y ella dejó de mirar al tío bueno que caminaba del otro lado del pasto.

-¿Ahhh que? ¿Perdón?
Preguntó distraída. Fue inevitable no rodar los ojos.

-Que preferimos seguir nosotras con el paseo ¿Verdad?
Me miró por segundos y luego a Lauren descubriendo el momento tan incomodo.

-Aammm nada de eso, vamos a donde vaya ella, Camila nosotras no conocemos la ciudad y prefiero estar a salvo al lado de Lauren ¿Donde esta tú trabajo? ¿Hay cosas bonitas para ver?
Lauren sonrió levemente y asintió.
-Bien, pues te seguimos, ademas falta la cena de hoy.
Quería golpearla ahora. Pero su reacción me dejó sin palabras. Guiñó a Lauren y de la nada se engancho en su brazo para seguir caminando. Yo tuve que seguirlas con los brazos cruzados y con ganas de golpear a alguien. Lauren intentaba darse la vuelta para poner atención en mi, pero mi amiga ¿Si era mi amiga? Le sostenía el brazo con más fuerza y la obligaba a mirar delante.
¿Qué intentaba lograr? ¿Qué yo me enfadará mucho más?
Me permití preocuparme, tal vez Dinah estaba realmente interesada en Lauren y no la culpaba.

Lauren

Dios. Esta chica en serio que buscaba molestarla. Quería caminar a un lado de Camila y evitar que le enojara más de lo que ya se miraba.
-Psss, oye.
Susurró Dinah moviendo ligeramente los labios. Mientras terminábamos de recorrer el parque en busca de una de las salidas. La miré asustada y ella sonrió con malicia.
-¿Camila nos mira?
Yo dirigí mis ojos disimuladamente hacía atrás. Ella aún caminaba a varios pasos detrás con los brazos cruzados y mirando distraída a todas partes, excepto a nosotras.

-No, ahora. Susurré para ella y seguí caminando, siguiendo el juego.

-Hazme caso, tu lo que debes hacer es ignorarla y darle celos, algo que la obligue a mirarte y dejar ese enfado. Me guiñó.

-¿Porqué debo confiar en ti? Susurré bajo.
Dinah rodó los ojos y sonrió.

-Conozco a Camila, ella te quiere y solo necesita su tiempo para darse cuenta que le interesas mucho más, por algo estamos aquí cariño.
Aparte mis ojos de ella unos segundos. Suspiré profundo.
Debía asimilar esa información de buena manera sin tener que darme la vuelta y envolver a Camila en un abrazo y luego besarla. Esto estaba siendo tan difícil. Así que sonreí de forma torpe y Dinah me siguió. Después del segundo guiño.
El carraspeo detrás de nosotras nos hizo fingir un silencio largo. Camila estaba detrás de nosotras y seguramente pensaba que se trataba de un flirteo. Sonreí tontamente. Lo estábamos logrando.
Estuvimos dentro de un taxi pronto y dirigiéndonos al mi trabajo. Ahora si me permití pensar en el pequeño inconveniente de la llamada. Por dios. Era fin de semana y por primera vez me molestaba que me interrumpieran mis planes de fin de semana. Pasaba eso muy a menudo pero ahora que debía estar con Camila y Dinah, me llamaban y eso me molestaba.

-Wow ¿Es tu edificio?
Mordí mi labio inferior y asentí a la cara tan entusiasmada de Dinah. Del otro lado de mi hombro solo sentí el corto suspiro de Camila. Para mi buena suerte habíamos viajado de esa forma. Yo en medio de las dos y por primera vez podía sentir el cuerpo de Camila tan cerca, sus respiraciones y el calor de su hombro en el mío, el roce tan ligero de nuestros muslos.

-Si, aquí es donde trabajo.
Pagué al taxi y después de que Dinah saliera me espere para ayudar a Camila a salir. Tomé su mano y ella sonrió agradecida. Por dios. Sonreí de regreso pero ella ya estaba a un lado de su amiga.
Entré con ellas a mi lado. Frank el chico de recepción me saludo amable.

-Gracias al cielo estás aquí Lauren.

-¿Que ha sucedido?
Pregunté preocupada.

-Pues que tus chicas están de nueva cuenta formando un lío.
Exhale preocupada. Pasaba de nuevo. Bien, estaba por demás, pero las peleas estupidas entre las modelos eran habituales. Sobre las sesiones de fotos y la portada de la revista cada mes, sus atuendos, etcétera. No había otra persona que podía solucionarlo más de que yo.

Sólo tú y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora