14

9.5K 524 40
                                    

Lauren
Miami

Apenas desapareció en el baño, yo rodé los ojos. En serio tenía que inventar de no estar segura de ir a un bar.
Como si no recordara su largo historial para escaparse a beber con sus amigos tontos del colegio. Las mentiras que yo tuve que contar a sus padres para cubrirla y protegerla. Claro ahí estaba la estupida de Lauren Jauregui para eso.
Ahora fingía esa cara de inocencia.
Mierda. Solo deseaba salir se ese lugar y olvidar por completo la venganza. No soportaba pasar el tiempo con ella. La misma chica mimada hija de...
Respiré profundo y miré alrededor ¿Que podría aprovechar de su habitación?
Caminé a la mesa de noche para buscar algo pero me detuve al mirar una fotografía, ella y dos chicos besando su mejilla de forma cariñosa, vestidos de graduación.
Me tensé al imaginarla salir con alguno de esos dos. Además de la forma tan feliz en que se miraba. Ojos luminosos y una sonrisa natural. Su cabello castaño parecía estar más largo que en la foto. La manija de la puerta se escuchó y yo salí disparada dejando todo en su lugar.

-Perdón si he tardado.

-No hay problema Camz, ha valido la pena esperar.
Recorrí su cuerpo de pies a cabeza y sonreí.

-Nadie me ha dicho de esa forma por mucho tiempo. Pronunció sin dejar de mirarme.

-Solo yo te llamaba así Camz, me da gusto saber que al menos eso se respetó ¿Si puedo llamarte así no?
Asintió enseguida y buscó su bolso.
Salimos del dormitorio para toparnos a sus padres en la sala.

-Saldré con Lauren. Les dijo, Alejandro guiñó hacía mi y Sinu se despidió con un beso en mi mejilla.

-¿Podrían estar temprano aquí? Mañana debemos preparar todo para la cena.

-No te preocupes Sinu, traeré a Camila temprano.
Sonrió.
Recorrí el jardín con Camila a mi lado, su gesto de felicidad aún se mantenía y eso me molestaba.

-¿Estabas mintiendo a mi madre?
Yo reí. En absoluto mentía, ni siquiera quería salir con ella ¿Para que diablos necesitaba quedarme con ella hasta tarde? Además si fuera el caso, ambas teníamos edad para salir hasta tarde. Comenzaba a pensar que vivir con sus padres era patético.

-Para nada, hablé muy en serio. Levanté mi mano en forma de promesa. Al llegar al auto abrí la puerta del copiloto para que subiera. Parecía sonreír de forma sincera. Cerré la puerta casi queriendo azotarla para que se asustará pero me contuve.
Entré al auto y la miré. Aproveche que aún no se colocaba el cinturón de seguridad y me recliné para ayudarla. Eso significaba reducir el espacio entre nosotras y muchas posibilidades para confundirla. Para ser más que amable con ella.

-¿Que haces?

-Quiero que llegues sana y salva a todas partes Camz, sin el cinturón puesto jamás conduciría.
Sonrió de nuevo y después suspiró. Yo me alejé para colocar el mío y comenzar a conducir. No me había dado mucho tiempo para buscar algún bar, pero avancé a una buena velocidad para localizar alguno por las calles.
Miré un pequeño local, parecía un restaurante bar. Necesitaba de urgencia una copa de Whisky para sentirme mejor y pasar el mal rato que ella me hacía sentir.
Aprecie su atuendo nuevo en el semáforo. Los pantalones ajustados y tacones altos definitivamente iban con ella. Volví mi mirada al frente para buscar sitio de estacionamiento.

-¿Quieres parar aquí?

-Entraremos ahí, así podremos cenar algo también.
Toque su pierna de forma descuidada. También era necesario un poco de contacto. Se tensó por un segundo y luego se relajo.
-Calma, parece un buen lugar ¿o ya has venido antes?

-No acostumbró a entrar en los bares, pero, desde luego vengo contigo y quiero...esta bien el lugar.
Di un guiño y me estacione.

-Espera ahí. Dije claro. Salí del auto rápidamente para ayudarla también a bajar.

-Gracias, eres muy amable.

-Lo que sea para ti Camz, intentó aún disculparme por lo de ayer.
Negó como dejando en claro que eso quedaba atrás.
No solté su mano para caminar hasta que llegamos a la mesa del bar. Un chico vestido de negro se acercó para saludar y entregarnos un menú. El lugar estaba tranquilo, buena música y pocas personas. Aún nadie estaba excedido en tragos.
La observé mirar alrededor y sonreír. Miré su perfil solamente. Sus labios rozados y redondos, su pequeña nariz y sus pestañas largas. La línea de su barbilla suponía que era algo que también atraía a las personas.

-Si es extraño estar en este lugar contigo. Pronunció.

-Tienes razón, pero hay que mejorarlo.
Media hora después tomábamos un trago y yo fingía escuchar atenta lo que me decía. Algo sobre su amiga Dinah en la universidad y la clínica en la que ambas trabajaban.

-Deberías venir un día, podría presentarlas y además que conocieras mi consultorio.

-Seria increíble, aunque...bueno no creo que tu quieras viajar hasta Nueva York para conocer sobre mi.
Su mano cayó tocando el dorso de mi mano y mandando un mensaje para mi no de alerta para alejarla.
Pero nuestra conversación se vió interrumpida por una persona.

-¿Camila? Hola cariño.
Ella sonrió incómoda. No esperaba toparse a nadie conocido.

-Hola Tom ¿Como Estas? Correspondió al saludo en la mejilla y me presentó con el chico. Yo sólo extendí mi mano para que el la tomara.

-¿Que hay de Fredd? Pensé que estarían juntos en España ¿O está aquí?

-Un largo tema en realidad Tom, solo estoy yo aquí y preferiría hablar contigo de eso en otro momento.
El aclaró la garganta definitivamente incómodo por Camila y su mala cara.
Después de unos minutos el chico se había despedido y ella esquivaba mi mirada interrogante.

-¿Pasa algo?

-Nada Lauren, sólo continuemos ¿Si?
Le recordé de nuevo el tema sobre el que hablaba y termino por relajarse. Yo comencé a cuestionarme de quien hablaban antes y por que Camila aparentaba mucha incomodidad por ese nombre.

Sólo tú y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora