Sólo tú y yo

80

Camila
Nueva York

Mis piernas se sentían livianas, por dios. De verdad Lauren había hecho esto, en realidad solo me llenaba mi corazón al pensar que había elegido un anillo tan hermoso para mi y ahora que la veía de rodillas frente a mi, era algo inexplicable no podía controlar mis emociones, eran como una extraña mezcla entre llanto y risa.
Había sido una casualidad demasiado rara encontrar la pequeña caja al fondo de su bolsillo, de hecho, me vi tentada a ignorarlo pero la emoción pudo más y pude ser un poco curiosa.

-Camila...
Comenzó a decir, pero no lo resistía.

-Acepto Lauren.
Sus ojos brillaron mucho y sonrió nerviosa. Apenas notaba que Normani y Dinah estaban junto a nosotras siendo testigo de este suceso tan torpe de las dos. Había arruinado cualquiera que fuera su plan, no me importaba, yo solo quería decirle que si. Que la amaba y que quería pasar el resto de mi vida con ella, con Lauren.

-Amor pero aún no he dicho...

-Pero acepto Lauren, si quiero casarme contigo y....
Dije apresurada.

-Bueno, ya basta. Reclamó Dinah tras de nosotras. Provocando la risa de todas.
-Déjala que diga lo que tiene que decir, esto es tan romántico.
Un awwww salió de su boca después y me distraje un poco. Lauren se había puesto de pie junto a mi. A una distancia prudente, sin tocarme, solo con su mirada sobre la mía.

-No me sorprende que esto de la pedida de matrimonio también me resulte de la nada, sabes que todo lo que hago pasa de forma apresurada o torpe, es...
Despeino un poco su cabeza y sonrió tímida. Por unos segundos pude percibir a la dulce Lauren que era mi mejor amiga en el colegio. Mi corazón palpitó más fuerte.
-Contigo Camz, todo me pasa, este tiempo me he dado cuenta de todo lo que pudimos haber disfrutado si yo no hubiera huido, si hubiera sido más valiente y te dijera lo que sentía en aquel entonces, pero...supongo que es el destino, tu estuviste segura de mi hasta ahora y eres la sorpresa más linda que me haya pasado, el reencuentro más esperado y todo lo que mi corazón anhelaba encontrar, eres el amor de mi vida, siempre lo supe y me siento tan afortunada de tenerte, te amo mucho, lo hablamos y frente a tu petición un poco extraña de querer pasar el resto del tiempo conmigo, pues...quiero hacerlo de forma romántica y...
Se detuvo a pensar, un momento y aprovechó para limpiar las lágrimas de felicidad sobre mis mejillas.

-Venga, yo solo quiero que hagas la pregunta, sabes que te amo. Dije apenas.

-Bien. Aclaró su garganta y sonrió a nuestras amigas que esperaban con una mano en el pecho emocionadas. -Camila Cabello ¿Te casarías conmigo?
Sonreí como nunca y esta vez salté a sus brazos, sin importarme si podríamos caer. Solo quería sentirla tan cerca, que ella supiera lo segura que estaba de estar con ella.

-Si quiero casarme contigo Lauren Jauregui.
Un beso. Tras aplausos de nuestras amigas. Lauren colocó el anillo en mi mano izquierda. Por dios. Íbamos a casarnos.
Sus labios golpearon los míos con un poco más de desesperación y escuche el flash de una cámara. Normani estaba documentando todo.
-Te amo Lauren, yo me siento tan afortunada de tenerte, de poder recuperarte y saber que estaré contigo para siempre y tu para mi, eres mi mejor amiga y el amor de mi vida, te amo...te amo.
Sus manos atraparon mi cintura con mucha ternura y se inclinó para besarme de igual forma.
En medio de esa noche llena de estrellas y el sonido leve del viento, con el calor de su cuerpo y una marca de pertenencia, no podía sentirme más completa.
Lo sabía. Ahora agradecía al cielo hacer ese viaje a Madrid, terminar con una persona que no llenaba el espacio que tenía para Lauren en mi corazón, también agradecía encontrármela en el aeropuerto, soportar su enfado, un engaño que al final nos había llevado a esto, a perdonarnos y aceptar que el amor que existía entre nosotras era irrompible.

-Dios, no puede ser más romántico, están que se derriten de puro amor. Dijo Dinah antes de separarnos pocos segundos y felicitarnos, Normani había hecho lo mismo y susurrando en mi oído.

-Lauren tenía algo planeado, pero sabes que le encanta meter la pata. Solte una risa alta y Lauren nos miró inquieta. Normani levantó ambas manos para no provocar un conflicto.

-Me ha encantado encontrar el anillo en tu chaqueta, realmente me sorprendí y pensé en alguna forma para no arruinarlo, pero no tenía nada que pensar. Me abracé a Lauren.
-Aunque hicieras todo un escenario con rosas, música o en una playa, mi respuesta siempre sería la misma.
Guiñé.
-Si, si quiero.
Lauren no cabía de la felicidad y hasta después de un beso largo nos dimos cuenta de que su chaqueta estaba en el piso. La levantó para colocarla sobre mis hombros otra vez.
-¿Puedo revisar el otro bolsillo?
Ambas reímos.

-Esto amerita un brindis. Dijo Normani y de la nada se disparó junto a Dinah al departamento, dejándonos solas por un rato, iban a traer vino y copas.

-¿Te gusta el anillo?
Lauren preguntó inquieta.

-Es hermoso bebé, pero más hermosa eres tu y te amo, de verdad no sabes la felicidad que desborda de mi, quiero hablarle a mis padres o gritarlo aquí mismo, que me casaré contigo, con Lauren Jauregui.
Soltó su risa característica y quise comérmela a besos. Aunque ella dió vida a mi deseo. Sus labios se pegaron a los míos con desesperación, necesitábamos festejar a nuestra forma.
Pegue nuestras frentes.

-Quiero ir al dormitorio. Dije en voz baja.

-Yo también, pero solo unos minutos esperamos amor, luego haré contigo lo que me plazca, vas a casarte conmigo.
Asentí orgullosa.

-Lo haré.