Capítulo 5 parte 1/3.

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Narra Estefanía.

Ya era sábado y como cada mañana, hice la rutina de todos los días; me bañe, me arregle y luego baje a desayunar, pero hoy solo iba a trabajar en la oficina hasta el medio día y eso era, porque necesitaba que Tanía, se empapará rápido, ¡Sobre todos los asuntos de su trabajo! Lo bueno, es que hoy era el cumpleaños de Mathías, y presiento que iba a ser un día increíble...

Además, había quedado con todos en fingir, que no recordábamos el cumpleaños de Mathías, para luego sorprenderlo.

Al terminar de desayunar, me acerque a la cocina para hablar con Beatríz...

—¡Beatríz, voy a necesitar un favor tuyo!

—Beatríz (Atenta): Dime Estefanía, ¡Qué necesitas!

—Hoy es el cumpleaños de Mathías y le voy a preparar una fiesta sorpresa en la piscina... Gerónimo, va a venir a organizar la fiesta y necesito que lo ayudes en todo lo que te pida.

—Beatríz: Ok amiga, cuenta con eso. ¿No crees que tenga problemas con Elvira, o sí? —Pregunto curiosa.

—Para nada, yo ahora mismo voy y hablo con ella, ah por cierto; cuando Daniela, despierte, le dices para que les ayude, ¡Estoy segura de que no se negara!

—Beatríz: Ok.

—Una última cosa Beatríz, dile a Daniela, que no llame a Mathías, para felicitarlo. ¡La idea es que piense que todos olvidamos su cumpleaños!

—Beatríz (Atenta): Ok cuenta con eso.

Luego me acerque a Elvira, para informarle que necesitaba que Beatríz, ayudara a Gerónimo, con la fiesta sorpresa de Mathías y por lo tanto: ¡No podía hacer otra cosa, que no fuera eso! Ella simplemente asintió y hasta ofreció a Ana, para que les ayudara con todo y acepte su ayuda, además, le pedí que hiciera algunas bebidas y algunos pasapalos o aperitivos.

Al terminar de hablar con Elvira, le pedí a Sergio, que me llevara a la oficina y así fue.

Un rato después de haber llegado, en la oficina...

Una vez en la oficina, le pedí a Tanía, que entrara, y nos estábamos poniendo al corriente con algunas actividades y documentos que teníamos pendientes, en ello, alguien toco a la puerta y adivinen quién era...

—Mathías: Hola prima, qué tal todo? —dijo entrando.

Obviamente Mathías, fue con toda la intención, de que lo felicitará, lástima que se quedo esperando a que le dijera algo al respecto...

—Hola Mathías, oye una pregunta: El presupuesto con los gastos del nuevo proyecto, ¿Los necesitas el lunes por la mañana, cierto?

—Mathías: Sí, porque a las 8 tengo una reunión con unos inversionistas.

—Gracias, tenía esa pequeña duda. —dije y seguí revisando los documentos.

—Mathías (Extrañado): Prima, no hay algo que quieras decirme?

—No, por qué? ¿Acaso hay algo que deba decirte?

—Mathías: No, nada en especial... Yo voy a regresar a mi oficina y sí se te ofrece decirme algo, ¡Estoy allá!

El Rosa Blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora