Capítulo 2 parte 2/3.

7 0 0
                                    

Mientras tanto en la central de policías...

Narra Javier

Al regresar de almorzar, llegue y me senté en mi escritorio; en ello, escuche la voz de Ernesto, uno de los detectives de la central de policías específicamente de la UDH (Unidad De Homicidios) departamento en el cual trabajábamos, además de ser mí mejor amigo y compadre, según él...

—Ernesto (Bromeando): Compadrito, cuénteme pues... ¿Qué fue eso que se tomo que me lo tiene tan contento desde ayer?

—Gabriel (Curioso): Mira que eso me parece muy interesante, cuenta pues, ¿Qué es eso que te tiene tan feliz?

Pregunto Gabriel, el fiscal de la UDH  y mi amigo.

—Patricia: Pero dejen a Javier, tranquilo, luego dicen que nosotras las mujeres somos las chismosas, hay que ver! —Dijo riendo.

Ella, era la psicóloga de la central.

—Ernesto (Ofendido): Chismosos no, solo somos un par de amigos que estamos algo preocupados... Por saber qué es lo que tiene a mi compadrito así de contento y a ver sí me pasa la receta, porque a mí me encantaría andar así de contento. —dijo bromista.

—Gabriel (Curioso):  Hermano, de este interrogatorio no hay quien lo salve, así que mejor confiesa y dinos: ¿Qué es lo que te tiene así de feliz?

Yo solo reía por todas sus ocurrencias...

—Okey, sí quieren que les diga, ¡Lo hago! Estoy así de contento, porque mi hermana regreso al país.

—Patricia: ¿La que estaba en París?

—Ernesto (Extrañado): Ya va, párenme la cosa ahí, cómo que tú hermana? ¿Y ella cómo sabe? —dijo señalando a Patricia.

—Gabriel (Confundido): ¡Tu hermana! Pero que tu hermana no estudia aquí?

—Esto ya parece un interrogatorio criminal... ¡Relájense sí! En primer lugar: Gabriel, yo tengo 2 hermanas, una estudia aquí y la otra se encontraba fuera del país estudiando, en segundo lugar: La razón de que Patricia, sabe que mi hermana estudia a fuera es fácil, una vez me escucho hablando con ella en el trabajo y me pregunto quien era, y yo le dije que era mi hermana, ¡Ya todo aclarado! Pueden regresar a su trabajo, el interrogatorio termino.

—Ernesto: Bueno hermano, sí eso lo hace feliz, yo me alegro, sí quieres salimos mas tarde y nos tomamos nuestras cervecitas para celebrar, no creen! Eso sí, como Javier, es el que está feliz, el invita!

—Patricia: ¡Ernesto, tu siempre pensando en una fiesta! Preocupate mejor por hacer bien tu trabajo.

—Ernesto: Qué paso mi doctorcita, sí usted sabe que yo siempre cumplo con mi trabajo, es más, por qué no mejor me aceptas una invitación a cenar? —Pregunto al acercársele.

—Vaya, la cosa se nos puso romántica... —dije burlándome, mientras que Gabriel, se reía.

—Ernesto: ¿Cómo cual es la ricita? Miren que la pregunta es muy seria, y que me dices Paty, aceptas mi invitación a cenar?

—Patricia: Lo siento Ernesto, pero ya tengo mis ojos puestos en alguien más, además, tienes mucho trabajo que hacer o se te olvida que tienes que hacer el papeleo de tu último caso para que lo archiven como terminado? Y sí el jefe se entera de que no lo has hecho... ¡Te vas a meter en serios problemas!

El Rosa Blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora