Capítulo 22 parte 1/3.

6 0 0
                                    

Al día siguiente...

Narra Gerónimo.

Yo no tenía mucho tiempo de haber despertado y había muchas cosas que hacer antes de cumplir con las diligencias de mi día... De las cuales, una de las cosas que debía hacer, era ir a bañarme.

Así que fui a mi habitación para buscar mi ropa, mi paño y demás cosas personales... Para luego ir al baño de visitas y bañarme allí.

Al entrar en mi habitación, lo hice con mucho cuidado y sigilo para no despertar a Estefanía, quien dormía en mi cama.

Yo tome todas mis cosas, pero al tomar mi perfume, este por poco cayó y yo lo sujete antes de que hiciera algún ruido.

Luego de respirar calmado al evitar dicho incidente, yo me voltee tranquilo y antes de siquiera tocar la puerta para abrirla, escuche:

-¡Gerónimo, eres tú! -dijo a penas viéndome con la luz de la lámpara que aún estaba encendida.

Yo encendí la luz y le dije:

-Sí, soy yo. La idea era no despertarte, pero ya que lo estás... -dije colocando mis cosas sobre una silla. -Cuentame: ¿Cómo amaneciste? ¿Te sientes mejor? -Pregunte preocupado al sentarme junto a ella en la cama.

-Estefanía: Sí te refieres a mi malestar; sí, ya estoy mejor, ahora sí se trata de mi corazón... Puedo decirte que hoy se siente un poquito mejor de lo que se sentía hace un rato, cuando llegue, y eso es gracias a ti. -dijo sincera al tomar mi mano. -Pero hay algo que aún no entiendo... -dijo confundida al soltarme. -Por qué razón me preguntaste que: ¿Cómo amanecí? Cuando a penas y llevo un par de horas aquí dormida... Aunque siento que hubiesen sido horas. -dijo confundida al bostezar.

-Estefanía, creó que estás un poco confundida... Tú ayer viniste a mi casa, me pediste perdón, te dio fiebre y luego te quedaste aquí dormida. Ya esta de mañana. -dije explicándole.

-Estefanía: ¡Cómo que de mañana! ¿Gerónimo, yo me quede durmiendo aquí? -Pregunto sorprendida al sentarse. -Pero y tú dónde dormiste? Y mi familia... En la casa deben estar muy preocupados por mí, ellos no sabían que yo venía para acá, tengo que llamarlos... -dijo tomando su celular para marcarles, pero yo la detuve.

-Estefanía, calma. Yo ya solucione todo eso... -dije con calma.

-Estefanía (Confundida): ¿A qué te refieres?

-Yo llame a Javier anoche y le dije lo que te había pasado para que se quedará tranquilo. Y por en dónde dormí yo, no te preocupes... Te deje el cuarto para ti sola y yo me fui a dormir a la sala. De hecho la razón de que entrará a la habitación, fue para buscar mis cosas e ir al baño de visitas y bañarme.

-Estefanía: Veo que tienes todo planeado. -dijo sonriendo.

-Algo así... -dije sonriendo. -Por cierto, Javier te mando este bolso con algo de ropa... -dije al dárselo. -Él me aseguro que al despertar lo primero que querrías hacer, seria bañarte.

-Estefanía: Me conoce bien, es precisamente lo que pasaba por mi mente en este momento. -dijo sonriendo cual niña pequeña.

-De ser así, mi baño es todo tuyo... Las toallas están en la gaveta del baño y bueno, ya mejor te dejo a solas para que te cambies, con permiso. -dije para irme, pero ella me detuvo.

-Estefanía: Gerónimo, espera. -dijo y yo voltee a mirarla.

-Sí, qué ocurre? ¿Necesitas algo? -Pregunte atento al verla.

El Rosa Blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora