El Rosa Blanca.

Capítulo 5 parte 3/3.

Al paso de una hora, después de cantar cumpleaños y comer torta; la mayoría de los invitados habían comenzado a irse, ya solo quedaban Gerónimo, Juan y Mathías, y los 3 estaban por irse...

—Oigan, me dijeron que ya se van, eso es cierto? —pregunte curiosa.

—Gerónimo (Cansado): Sí ya está algo tarde, y queremos ir a descansar.

—Juan: Habla por ti, porque sí fuese por mí... ¡Me quedaría toda la noche!

En eso Gerónimo, le dio un lepe (leve golpe en la nuca) a Juan!

—Juan: ¡Oye! —dijo sobándose.

—Gerónimo: ¡No le hagas caso! —dijo al verme.

—Y tú Mathías, también te vas? Sabes que puedes quedarte aquí, además mañana no hay trabajo y así podemos pasar más tiempo juntos y divertirnos un rato, ¿Qué me dices? —Pregunte optimista.

—Mathías: Prima de verdad me encantaría, pero no traje ropa y además estoy muy cansado; solo quiero llegar a mi casa y dormir hasta mañana, pero quizás otro día prima...

—Bueno... ¡Qué se le hace! —dije decepcionada

—Mathías: No te pongas triste, la próxima vez será, ¡Hecho!

—Ok, pero te lo paso solo porque es tu cumpleaños, ok. —dije sonriendo.

—Mathías (Riendo): Ok. —Dijo abrazándome.

—Gerónimo (Cansado): ¡Hasta luego Estefanía! —Dijo  despidiéndose.

—Estefanía: ¡Hasta luego! —dije con una sonrisa.

En ello, Juan, se me acerco para despedirse con un abrazo y susurrando me dijo:

—Juan: ¡No olvides lo que te pedí!

—¡Cuenta con ello! —le dije susurrando igual.

—Juan (Susurrando): ¡Cuando terminen las audiciones me llamas!

—Confía en mí, no te preocupes. —le dije riendo.

—Gerónimo (Curioso): ¿Se puede saber qué susurradera tienen ustedes dos? —Nos dijo a ambos.

—Juan: ¿Qué susurradera? Solo me despedía de Estefanía.

—Gerónimo (Incrédulo): Claro, mejor apúrate en subirte al carro que ya nos vamos.

—Juan: Ok, hasta luego Estefanía.

—¡Adiós! —dije sonriendo.

—Gerónimo (Preocupado): ¡Tú sí me vas a decir de que hablaban, cierto!

—Solo se despedía de mí, ya deja de preocuparte Gerónimo, ¡Juan, no está haciendo nada malo!

—Gerónimo: Eso espero, Adiós.

—Adiós.

Luego de eso, los chicos se fueron y yo entre a la casa, me dirigía a las escaleras, cuando me encontré con papá...

—Ignacio: Hija ya se fueron los muchachos?

—Sí papá, acaban de irse, la fiesta estuvo muy buena, no. —dije sonriente.

—Ignacio: Sí hija, te felicito, te quedo todo muy lindo, por cierto, no has visto a Raquel?

—No, hace rato que no la veo... Te dejo que voy a subir a hablar con Daniela.