Capítulo 21 parte 1/3.

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Al día siguiente...

Narra Estefanía.

Hoy tenía un día muy fuerte y cansón en la oficina, así que decidí irme temprano para terminar lo antes posible...

Eran como las 8 de la mañana, cuando Cristina, llamo:

Llamada.

—Sí Cristina, dime. —dije al contestar.

—Cristina: Jefa, la busca una señorita que dice llamarse, Julia Mejías.

—¡Julia! —dije sorprendida. —Dile que pase Cristina, no la hagas esperar.

—Cristina: De inmediato.

Fin de la Llamada.

Luego de colgar la llamada, me levante del escritorio para recibirla...

—Julia: ¿Se puede? —Pregunto sonriente al abrir la puerta.

—Claro que se puede, entra. —dije sonriendo al verla. —No sabes el gusto que me da verte. —dije al saludarla con un abrazó.
—Julia: ¡Somos dos! —dijo sonriente para verme. —Sí casi  no me lo creó, cuando mi hermana me dijo que estabas aquí y que además ella te estaba ayudando con el caso de una empleada.

—Así fue, Catalina me ha estado ayudando mucho como abogada, pero por favor siéntate. —dije al señalarle la silla.

—Julia: Muchas gracias. —dijo y ambas nos sentamos con el escritorio de por medio.

—Pero cuéntame: ¿Qué ha sido de tu vida? Teníamos mucho tiempo sin vernos...

—Julia: Así es, pero resumiéndote todo un poco... Me la he pasado viajando de un lugar a otro, debido a mi trabajo de modelo. Además, estuve incursionando en el mundo de los diseñadores y muy pronto voy a sacar al mercado una marca de trajes de baño, llamada: Julia en Exclusiva. ¡Qué tal! —dijo sonriente.

—¡Me parece fantástico! No sabes cuanto me alegra escuchar eso. —dije sonriendo al tomar sus manos. —Siempre supe que serías exitosa.

—Julia: Y no sabes cuanto te agradezco tu apoyo. —dijo sonriendo. —Me hizo tanta falta una amiga como tú... Por un momento creí que te quedarías a vivir en Francia, y que yo no volvería a ver nunca más a mi mejor amiga.

—Por un instante yo lo llegue a pensar también... Pero ya luego llego un momento en el que no aguantaba tantos recuerdos y decidí volver. Y reencontrarme contigo me alegra mucho, créeme. —dije sincera.

—Julia: De eso no me queda la menor duda, pero dime algo: ¿Estás muy ocupada? Es que la razón de mi visita tiene dos objetivos: 1) Saludarte desde luego, y 2)Invitarte a que vayamos por un par de tortas tres leches, tal y como lo hacíamos en el colegio al salir de clases. —dijo sonriente.

—Esa propuesta me suena deliciosa, pero tengo un poco de trabajo... Aunque quizás pueda hablar con mi secretaria para que me ayude. —dije pensando.

—Julia: No es necesario, entiendo que estás ocupada. Debí llamarte para avisar, así que quédate tranquila. Con que me recomiendes un buen sitió para comerme esa torta, estamos bien.
—¿Segura? —Le pregunte al verla.

—Julia: Desde luego. —dijo sonriendo.

—Siendo así... —dije para tomar un papel y un lápiz. —Te voy a recomendar el mejor lugar para comer postres que conozco, así cada vez que vayas, recuerdes que tu mejor amiga te dio la dirección. —dije sonriendo al dar la vuelta al escritorio para dársela.

—Julia: Eso me parece justo. —dijo riendo.

—Te extrañe mucho y sin duda alguna, tenemos que volver a vernos, pero sin tanto trabajo y en otro lugar. —dije segura.

El Rosa Blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora