Capítulo 4 parte 3/3.

4 0 0
                                    

Un rato después...

Narra Estefanía

Acababa de llegar al restaurante de Gerónimo, y vi a alguien tomando en la barra, que se me hizo muy familiar...

—¡Ya va, ese no es!..—dije en voz alta y luego me acerque para ver sí era quien yo creía...

—¡No puede ser! —Dije sorprendida detrás de él, y él volteo para verme enseguida.

—Richard (Sorprendido): ¡Estefanía!

—¡Richard, cuanto tiempo! —dije feliz abrazándolo.

—Richard (Feliz): Eso mismo te digo yo a ti, pero, ¡Sí estas guapísima! Veo que el aire de parisino, te cayo muy bien. —dijo sonriendo al tomarme de las manos.

—Gracias por el cumplido, pero tú no te quedas atrás... ¡De seguro debes tener a miles de mujeres detrás de ti! —dije feliz.

—Richard: Eso ni lo dudes, lástima que la única que me gusta, no me ve como yo quisiera...

—¡La única que te gusta! ¿Y esa chica quién es? —Pregunte curiosa.

—Richard: No me prestes atención y mejor cuéntame: ¿Qué haces tú por aquí?

Me pregunto y ambos nos sentamos a conversar:

—Me vine a ver con un amigo, con Gerónimo, ¿Lo recuerdas?

—Richard: Sí claro, bueno él es el dueño del restaurante, cierto?

—Sí, así es. —dije con una sonrisa. —Y tú: ¿Qué haces por aquí? —Pregunte curiosa.

—Richard: Vine a tomarme algo, vengo de la inauguración de un centro comercial y me dejo algo agotado, pero porque mejor no me cuentas: ¡Cómo te fue en París!

—Me fue de maravilla, disfrute mucho estar por allá, aunque no te puedo negar... ¡Qué extrañe mucho la comida venezolana y a toda mi familia! —dije sonriente.

—Richard: ¡Es qué como la comida venezolana, no hay dos! —dijo sonriendo.

—En eso tienes razón, sus sabores son únicos. —dije sonriendo.

—Richard: Yo sé que estamos conversando muy bien, y te pido que discúlpes mi intromisión; pero hace un rato hable con Alejandro, y esta algo confundido por una fulana carta que tú le mencionaste, y yo quería saber: Sí tú podrías decirme que...—decía, pero lo interrumpí

—Lo siento Richard; yo sé que él es tu mejor amigo y solo quieres ayudarlo, pero dile, que no mande a nadie a preguntarme por esa carta, ¡Porque no voy a decir nada! —dije seria.

—Richard: En realidad él no me mando, pero entiendo sí no quieres decirme nada. —dijo respetuoso.

En eso, llego Gerónimo y se acerco a saludarme:

—Gerónimo: ¡Hola Estefanía! —dijo sonriente.

—Hola Gerónimo, mira él es Richard, el mejor amigo de Alejandro, ¡No sé si lo recuerdes! —dije sonriente.

—Gerónimo (Cortes): Claro que lo recuerdo, hola Richard, cómo estas? —dijo extendiendo su mano para saludarlo.

—Richard: Hola Gerónimo, un gusto volver a verte. —dijo estrechando su mano  —Y bueno, a mí ya se me hizo tarde... —dijo viendo su reloj.

—¿Ya te vas?

—Richard: Sí, ya me voy, te parece sí luego nos vemos y nos tomamos un café para platicar con más calma.

El Rosa Blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora