Capítulo 23 parte 2/3.

4 0 0
                                    

Narra Alonso.

Yo me encontraba en la galería de arte de mi hermana, visitándola mientras ella arreglaba la entrega de algunos cuadros.

En realidad, no sabía lo que ella estaba haciendo, ya que yo no hacía más que pensar: En la posibilidad de que Estefanía, fuera hija de Estéfani Montiel.

Mientras mi mente se perdía en el recuerdo del apellido Montiel, mi hermana interrumpió mis pensamientos para traerme a la realidad...

—Carlota: ¡Alonso! —dijo mirándome.

—¿Qué pasa? —Pregunte confundido.

—Carlota: Eso te lo pregunto yo a ti: ¿Qué te pasa? ¡Llevo medía hora hablándote de esculturas griegas y tú pareces estar en otro planeta! ¿En qué piensas? —Pregunto curiosa.

—No es nada importante, es solo una paciente. De hecho es la misma muchacha a quien le regale mi cuadro ayer, Estefanía. —dije caminando un poco.

—Carlota: ¿Y qué pasa con ella? ¿A caso su caso es grave? —Pregunto curiosa. —Discúlpame hermano, se me olvidaba que no puedes comentar los casos de tus pacientes. —dijo organizando unos papeles.

—En este caso creó que sí puedo, porque no se trata de Estefanía, sino de su mamá.

—Carlota (Confundida): ¿De su mamá? No entiendo, acaso las estás atendiendo a ambas o qué?

—Carlota, Estefanía se apellida Montiel y su primer apellido es Castillo, igual al del esposo de Estéfani Montiel. —dije serio al verla.

—Carlota: Ya va. Tú no estarás insinuando que la muchacha ésta... Estefanía, sea hija de Estéfani, el amor de tu vida o sí? —Pregunto sorprendida.

—Precisamente eso es lo que creó, pero aún no estoy seguro... Estoy esperando a esta tarde, para mi cita con Estefanía; quiero ver sí logro averiguar algo más, algo que confirme mi hipótesis.

—Carlota: Cuidado con lo que haces Alonso, eso podría ser muy delicado.

—Delicado es lo que estoy pensando... —dije suspirando.

—Carlota (Curiosa): ¿A qué te refieres?

—Esto puede sonar un poco descabellado, pero ayer cuando revise la ficha con la información de Estefanía; me llamo mucho la atención su edad, y es que Estefanía, tiene precisamente 26 años, el mismo tiempo que llevamos Estéfani y yo, sin vernos. —Dije al verla.

—Carlota: No me digas qué tú estás pensando: ¿Qué Estefanía puede ser tú hija o sí? —Pregunto sorprendida.

—Decirte que no sería una mentira, pero no quiero apresurar las cosas. Lo primero que debo saber es sí efectivamente, Estéfani y Estefanía, son madre e hija, ya luego averiguaré lo demás. —dije firme al verla.

El Rosa Blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora