Capítulo 38.

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Días después...

Narra Estefanía.

Ya habían pasado varias semanas desde el viaje de Gerónimo a Miami, y me alegra decir que las cosas estaban marchando bien...

El Rosa Blanca, no había vuelto a aparecer; Raquel, seguía de vacaciones (Aunque siempre pendiente de llamar a Daniela). A  Juan y Daniela, les faltaba ya muy poco para graduarse y por parte, todo iba muy bien en el nuevo apartamento y en mi trabajo.

El día de hoy me encontraba en la oficina, pero lejos de estar trabajando, me encontraba con las secretarias: Ajustando los últimos detalles para la sorpresa de Tanía.

—¿Seguras de qué no falta nada? —les pregunte en mi oficina a puerta cerrada.

—Renata: Seguras, todo marcha tal cual como nos lo indicaste. 

—Cristina: Tanía aún piensa que en la sala de juntas, se esta haciendo una “Gran Reunión”, ni sospecha que allí esta su sorpresa.

—Y esa, es precisamente la idea. —dije segura.

—Renata: Sí, pero temo que se nos olvido un detalle...

—¿De qué detalle me hablas? —Pregunte curiosa.

—Renata: La mamá de Tanía y su hijo, me están esperando abajo para hacerlos pasar a la sala de juntas... Y con Tanía caminando por los pasillos: ¡No puedo hacerlo! —dijo preocupada.

—Tranquila, yo me encargo de Tanía. Sólo díganle que necesito que venga para revisar unos papeles, con eso bastara.

—Cristina: Déjenme eso a mí, yo me encargo de hacerla venir. —dijo confiada.

—Perfecto, aquí las espero. Tanía no se imagina lo que le espera en esa sala de juntas...

—Renata: Ni siquiera cerca. —dijo riendo.

—Ahora váyanse, no tenemos tiempo que perder. —dije y ambas se fueron.

Narra Tanía.

Yo me encontraba junto al escritorio de Cristina, tomándome un café, cuando ella llego, diciendo:

Tanía, menos mal y te encuentro... La señorita Estefanía esta preguntando por ti, quiere que vayas a su oficina.

—Esta bien, ya voy. ¿De casualidad sabes para qué me busca? —Pregunte curiosa.

—Cristina: Me dijo algo sobre revisar unos papeles, pero en este momento no recuerdo bien.

—Muy bien, no te preocupes. Yo voy y soluciono, por fa me cuidas el café. —dije señalándolo sobre su escritorio.

El Rosa Blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora