El Rosa Blanca.

Capítulo 21 parte 3/3.

Narra Gerónimo.

Luego de llevar a Estefanía a la habitación: La ayude a acostarse y luego le coloque el termómetro debajo de la lengua para tomar su temperatura, al sonar el termómetro...

—Tienes 39° de fiebre, será mejor que te tomes una pastilla. —dije buscándola en mi gaveta. —Ten, esto te ayudara con la fiebre. —dije para después servirle agua en una vaso. —Aquí esta el agua.

—Estefanía: Gracias. —dijo para tomarse la pastilla y el agua.

Luego de eso, ella me dio el vaso y yo le dije:

—Voy a ir a la cocina a prepararte un té, regreso enseguida. —dije firme para verla.

—Estefanía: Aquí te espero. —dijo mirándome con algo de cansancio y yo me fui.

Luego de preparar el té, yo regrese al cuarto...

—Aquí está tu... —dije callando al ver que se había dormido.

Yo tan solo coloque el té sobre la mesita de noche y la cubrí con la sabana. 

Luego me agache junto a ella y le dije:

—Siempre te voy a cuidar. —dije viéndola con ternura al acariciar su cabello, para luego levantarme e irme.

Al salir de la habitación, yo cerré la puerta y me encontré con Juan, entrando a la casa, quien decía...

—Juan: Sé que me vas a preguntar por qué llegue tarde? Pero es solo, porque... —decía, pero lo interrumpí.

—Shhh, haz silencio que esta dormida.

—Juan: ¡No entiendo! ¿Quien está dormida? —Pregunto confundido.

—Es Estefanía, está en mi cuarto. —dije señalando al cuarto para luego sentarme en el sofá.

—Juan (Sorprendido): Pero Estefanía, qué hace en tu cuarto? ¿Y dormida? —Pregunto curioso al sentarse junto a mí.

—Tuvo un problema muy fuerte hoy en la oficina y vino a hablarlo conmigo, pero resulta que tenía fiebre y la lleve al cuarto para que descansará un poco, y se quedo dormida.

—Juan: Pobrecita debe estar muy mal... Me imagino que no ha de ser fácil estar a cargo de una empresa.

—Para nada, es por eso que prefiero dejarla dormir. Estaba muy cansada y estresada cuando llego.

—Juan: Siendo así y tratándose de Estefanía, te prometo que no voy a hacer ruido.

—Te lo agradezco. Ahora voy a ver sí llamo a Javier, para contarle que Estefanía está aquí y así no se preocupe. Por cierto Juan, en dónde estabas tú? —Pregunte curioso.