Capítulo 10 parte 1/3.

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A la mañana siguiente... Mathías y yo, nos despertamos muy temprano para ir a la policía a dar nuestras declaraciones sobre: El cadáver encontrado en la empresa y el intento de abuso sexual de Luis hacia Tanía, y sobre todos los problemas surgidos a partir de ese momento...

Papá, nos había dado la mañana libre a todos los que teníamos que ir a declarar, pero a Tanía y a mí, nos habían dado el día completo... A ella, por la incomoda situación vivida con Luis y a mí, por la desagradable situación de su cadáver.

Mathías y yo, nos fuimos a la empresa a buscar a Julián, el vigilante, para así llevarlo a testificar.

Una vez allí, en el estacionamiento...

—Mathías: Ya Julián, esta en mi auto, solo faltan Renata y Tanía. —dijo al mirarme.

—Yo voy por Tanía, a su casa en mi auto y tú ve en el tuyo por Renata. Nos vemos en la estación de policías en un rato, te parece. —dije yendo a mi auto.

—Mathías: ¡Estefanía, espera! —dijo y yo me detuve para verlo.
—Sí Mathías, qué ocurre? —pregunte curiosa.

—Mathías: No quieres que te acompañe en mi auto a buscar a Tanía, es que yo ya he ido un par de veces y sé su dirección, así evito que te pierdas y ya luego voy por Renata. —dijo atento al verme.

—Agradezco mucho tu oferta primo, pero yo puedo ir sola. Además, me dijiste que Renata, vive un poco lejos y no queremos llegar tarde para declarar... Así que tú ve por Renata, y yo voy por Tanía. ¡Te llamo cuando llegue a su casa! —dije subiendo a mi auto.

—Mathías: Ok. —dijo algo desanimado para luego entrar a su auto.

Luego de salir del estacionamiento de la empresa, conduje en mi auto hasta la casa de Tanía, y al llegar...

Tanía, acababa de abrirme la puerta y me dijo:

—Por favor pasa adelante y toma asiento, ya nos vamos, solo déjame avisarle a mi mamá que ya me voy.

—Claro, no te preocupes, ¡Yo espero! —dije sentándome en el sofá.

En ello, llego su mamá, quien cargaba a un niño en sus brazos...
—Elena: Buenos días, usted es la que viene por mi hija? —pregunto curiosa al verme.

—Sí, mucho gusto. Mi nombre es Estefanía y soy la jefa de su hija. —dije sonriendo al saludarla.

—Elena: ¡Con qué usted es su jefa! Pues mucho gusto, yo me llamó Elena y déjeme decirle, que estoy muy agradecida por el trato que le han dado a mi hija con respecto a la situación de ayer. —dijo agradecida al saludarme con la mano.

—Es lo menos que podíamos hacer, Tanía, es una gran empleada y no podíamos permitir que se cometiera ninguna injusticia con ella.

—Tanía: Y yo estoy muy agradecida con ustedes por ello. —dijo sonriendo al verme.

—Pero este niño tan hermoso de quien es? —dije acercándome para jugar con sus cachetes. —No me digas qué es tu hijo Tanía? —dije sonriendo mientras jugaba con el niño.

El Rosa Blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora