Capítulo 6 parte 1/2.

7 0 0
                                    

Narra Estefanía.

A la mañana siguiente... Me desperté temprano como todas las mañanas y me arregle para salir; pero antes de bajar a desayunar, pase primero por la habitación de Daniela, para ponerme de acuerdo con ella, en lo que íbamos a decirle a Raquel y a los demás sobre a donde íbamos...

—Daniela: Y ahora Nía, a dónde les decimos que vamos? Yo sabía que esto no era una buena idea, no tuvimos que haber planeado nada. —dijo nerviosa.

—Oye, quieres actuar, sí o no?

—Daniela: Sí, pero... —la interrumpí.

—¡Pero nada! Dime la verdad: ¿Qué te pasa? —pregunte curiosa.

—Daniela (Preocupada): Lo que me pasa es que estoy algo nerviosa por la audición y bueno, tal vez tenga un poco de miedo... Es que jamás he hecho algo a las espaldas de mamá y tengo miedo de que me descubra y me castigue.

—¡Quédate tranquila sí! Sé que no es fácil desobedecer a los padres, y también sé, que ellos solo quieren lo mejor para nosotros, pero eso no quiere decir, qué no se equivoquen.

—Daniela: ¿Cómo es eso? —Pregunto confundida.

—A ver te explico: —dije sentándome con ella en su cama. —A veces los padres quieren imponernos sus sueños o sus ideas, y se justifican diciendo, ¡Qué es lo mejor para nosotros!.. —Decía, pero me interrumpió

—Daniela: ¿Cómo mi mamá conmigo? Que quiere que estudie administración de empresas, solo porque ella piensa que será mejor para mí...

—¡Exacto! El problema esta, en que los padres no entienden que nosotros también tenemos sueños y que aunque a ellos no les gusten, ¡Tienen que entender que a nosotros sí!

—Daniela: Cómo yo con la actuación, que aunque a mi mamá no le gusta, a mí sí, y eso es lo que importa, no?! —Pregunto confundida.

—Exactamente, pero a nosotros los hijos nos toca entender que aun cuando nuestros padres no nos apoyen en nuestros sueños, no podemos darnos por vencidos, y a pesar de todo y de todos, tenemos que hacer todo lo posible y lo imposible, por alcanzar nuestros sueños. ¡Porque sí no tenemos sueños que alcanzar, seriamos como personas sin alma!

—Daniela: Sí, tienes razón Estefanía, no me puedo dar por vencida, ¡Así que hagámoslo! —dijo levantándose de la cama. —Oye, pero que le decimos a todos sobre a dónde vamos? —Pregunto curiosa.

—Déjamelo a mí, solo hago una llamada y te digo. —dije sonriendo.

Llamada

—Gerónimo (Soñoliento): Alo...

—Hola Gerónimo, disculpa te desperté? —dije apenada.

—Gerónimo: No, desperté hace un momento, pero cuéntame qué se te ofrece?

—Te quería preguntar o mejor dicho, te quería proponer que hiciéramos un almuerzo allá en tu casa, solo Daniela, Juan y nosotros dos, ¡Claro, sí no es problema!

—Gerónimo: No para nada, de hecho me parece muy buena idea, es más, se me ocurre que podríamos hacer un arroz con pollo, solo dime cómo a qué hora llegan?

—¡Arroz con pollo, que rico! —dije sonriendo. —Nosotras llegamos como a las 10 o 11am, pero no comiences a cocinar sin mí ok, que quiero ayudarte.

—Gerónimo: ¿Cómo hacíamos antes? —Pregunto entusiasta

—Sí, cómo antes... —dije sonriendo. —Oye, mándame por un mensaje lo que te haga falta y yo lo compro antes de ir para allá.

El Rosa Blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora