El Rosa Blanca.

Capítulo 39 parte 1/2.

A la mañana siguiente...

Narra Juan.

Yo me encontraba terminando de arreglarme para irme al colegio, cuando mi celular sonó...

Llamada.

—Gerónimo, déjame decirte que llamas en mal momento,  estoy terminando de arreglarme para ir al colegio, y Sergio y Daniela deben estar por venir a buscarme, así que no puedo tardar... —dije refiriéndome a su llamada.

—Gerónimo: Hola a ti también Juan Daniel, y tranquilo, que no te quito mucho tiempo, sólo llamaba para saludarte y preguntarte: ¿Sí recibiste una llamada mía anoche? —Pregunto curioso.

—¡Una llamada tuya! No, en mi celular no decía nada de que me hubieses llamado, pero por qué lo preguntas? ¿Me llamabas por algo grave? —Pregunte preocupado.

—Gerónimo: No tranquilo, te llamaba sólo para saludar, pero seguramente la llamada nunca salió de mi celular... Ahora te dejo para que termines de arreglarte, que tengas buen día.

—Igual para ti, hasta luego. —dije colgando.

Fin De La Llamada.

Luego de colgar la llamada, yo sólo regrese a peinarme el cabello para terminar de arreglarme.

Mientras en Miami...

Narra Gerónimo.

Luego de colgar la llamada con Juan, no me quedaba ninguna duda.

—Quien contesto fuiste tu Estefanía, lo sabía. —dije seguro en voz alta.

Mientras en la empresa...

Narra Estefanía.

Yo acababa de llegar a la empresa y me encontraba entrando a mi oficina junto con Tanía...

—Tanía, tengo que decirte dos cosas... —dije colocando mis cosas sobre el escritorio. —Una, que me alegra mucho que tú y mi primo se vayan a casar, —dije sonriendo al tomar sus manos. —y dos, necesito que vayas a su oficina y le digas que ya estoy aquí.

—Tanía: Eso no va a ser posible, pero porque Mathías aún no ha llegado.

—¡No ha llegado, pero sí fue él, quien me pidió que llegara temprano! —dije extrañada. —¿No te ha escrito? —Pregunte curiosa.

—Tanía: Sí, pero eso fue como hace media hora: Me dijo que venía saliendo para acá. 

—Seguramente debe estar llegando, déjame llamarle para preguntarle. —dije sacando mi celular.

Llamada.

—Mathías: Hola... —Le interrumpí.

—Mathías, por fi... —decía, pero me interrumpió.