El Rosa Blanca.

Capitulo 4 parte 1/3.

Narra Estefanía

Al día siguiente; desperté temprano, me bañe, me arregle y luego baje a desayunar rápido.

Una vez en el comedor... Solo estaban sentados a la mesa mis hermanos, ya que Raquel y papá, todavía no bajaban...

—¡Buenos días familia! —dije amable con una sonrisa.

—Daniela: Hola hermanita, una pregunta: ¿Tú te vas a la empresa con papá, en su auto o te vas en el tuyo? —Pregunto al mirarme.

Javier, solo se nos quedo viendo, ya que tenia la boca llena y no podía decir nada...

—Me voy en mi auto, por qué? —Pregunte curiosa.

En eso, Javier, se limpio la boca con una servilleta y dijo:

—Javier (Bromeando): Estefanía, yo siendo tú, tendría mucho cuidado con esta hermanita nuestra, —dijo señalando a Daniela, quien estaba junto a él. —¡Mira que cuando se le mete una idea en la cabeza, no hay quien se la saque! —dijo riendo.

—Daniela: Tampoco así... —dijo riendo. —Solo te quería preguntar: ¡Sí me podías llevar al colegio! —dijo sonriente al verme.

—Y eso, qué no te vas al colegio con Sergio y con Papá? —Pregunte extrañada.

—Daniela (Sonriendo): Es que quiero pasar más tiempo contigo y aprovechar para charlar, como casi no nos vemos...

—Me parece una excelente idea, por mi no hay problema. —dije feliz.

—Daniela (Emocionada): ¡Entonces voy a buscar mis cosas! —dijo levantándose de la mesa para ir.

—Javier: ¡Se nota que te extraño mucho! —dijo sonriente al verme.

—No es la única, yo también los extrañe mucho a todos ustedes, por cierto: ¿Cómo van las cosas con Vanessa?

—Javier: Todo bien, pero no recuerdo haberte hablado de Vanessa... ¡De seguro y Mathías te contó!

—Sí él fue, y me gustaría saber: ¿Por qué no me lo dijiste tú?—pregunte curiosa.

—Javier: No me lo tomes a mal, yo pensaba decírtelo dentro de poco, pero no sabía cómo te lo ibas a tomar.

—¿Por qué lo dices?

—Javier: Ya sabes, por tu relación con Alejandro, y pensé que al igual que él, preferirías que no hablase de eso y me preocupara solo por ser feliz con Vanessa. 

—Tienes razón, —dije segura. —además lo mío con Alejandro, es cosa aparte; y Vanessa y tú, no tienen nada que ver en nuestros problemas, además, ella me cae muy bien y es una excelente persona, ¡Así que suerte con ella hermanito! —le dije sonriendo.

—Javier (Feliz): ¡Gracias por eso Estefanía! —Dijo sosteniendo mi mano, al saber que lo apoyaba.

En ello, papá entro al comedor y más atrás venía Raquel...

—Ignacio: ¡Buen provecho! —dijo sentándose a la mesa

—Javier: Gracias. —dijo llevándose un bocado del desayuno a la boca.

—Buenos días papá, bendición. —dije sonriente.

—Ignacio (Feliz): ¡Dios te bendiga hija!

Raquel, se sentó y le ordeno a Elvira, que les sirviera, en ello, Daniela, entro por la puerta con su morral del colegio y me dijo:

—¡Estefanía, ya estoy lista, así que cuando quieras nos vamos!