Capítulo 34.

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A la mañana siguiente...

Narra Augusto.

Yo me encontraba llegando a la unidad, y vi a Gabriel, quien al parecer también venía llegando...

Gabriel, que bueno que te veo. Ayer me quede esperando tu reporte sobre Beatríz, y me gustaría saber qué te dijo? ¿Tenía coartada? —Pregunte curioso.

—Gabriel: Disculpe jefe, me surgió un problema doméstico y por eso no le di el reporte, pero sí, hable con ella y me dijo: Que se encontraba en la universidad, y tiene a todos sus compañeros y profesores como testigos.

—Algo nos debe faltar o no estamos viendo algo... ¡Es imposible que ninguna de ellas sea la asesina! —dije seguro.

—Gabriel: Jefe y que tal sí hay más de un asesino.

—¿Tratas de decir que hay 2 Rosas Blancas? —Pregunte curioso.

—Gabriel: O quizás allá uno solo, pero tiene una ayudante de la que ninguno sabe... Por eso, todas nuestras sospechosas tienen una coartada. —dijo indagando.

—Me parece una buena teoría... Plantea esta hipótesis a los demás y trabajemos en base a ella.

—Gabriel: Perfecto jefe, eso haré.
—Hablamos luego. —dije para entrar a mi oficina.

Mientras en el cementerio...

Narra Estefanía.

Luego de lo sucedido anoche con Alonso, y después de mi desmayo, me dieron un para que descansará, pero lo que hice fue todo lo contrario...

No pude dormir en toda la noche pensando en Alonso, era o no mi papá. Así que a penas el sol salió: Me cambie, subí a mi auto y me fui al cementerio a visitar la tumba de papá.

Y allí me encontraba yo, sentada sobre su tumba, hablando con él...
—Eso que dice Alonso, no puede ser cierto. Algo dentro de mí me dice que es mentira, que mi papá eres tú. —dije al ver su foto sobre la tumba. —Porque después de todo lo que ha pasado... A quien extraño es a ti, a quien quiero ver junto a mí eres tú. ¡Porque tú eres mi papá! —dije llorando para bajar mi cabeza.

Al hacer eso, alguien se acerco a y coloco su mano en mi hombro para luego decir:

El Rosa Blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora