Capítulo N° 4.

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A la hora de almuerzo llegó a la comisaría un muchacho de cabellos bicolores, con unos hermosos ojos heterocromáticos y la prestancia que solo el haber nacido en cuna de oro te podría dar, enigmático como siempre, se acercó al mesón donde una policía de cabello rosa se encontraba atendiendo una llamada que en cuanto colgó le dedicó una sonrisa.

- Buenos días Todoroki – espetó la chica mientras cambiaba la postura para que sus pechos resaltaran aún más en su ajustado uniforme - ¿Buscas a Midoriya? – preguntó.

- Buenos días Ashido, así es, ¿podrías avisarle por favor? – respondió con educación, pero sin abandonar aquella barrera imaginaria que ponía con todos aquellos que no pertenecían a su círculo y con quienes no tenía que fingir por conveniencia.

Ashido levantó el teléfono, pero en cuanto iba a marcar la extensión de su compañero de trabajo éste se asomó por uno de los pasillos - ¡Eh! ¡Midoriya! – habló lo suficientemente alto para que el muchacho la escuchara – Te buscan – le sonrió en cuanto tuvo la atención del peliverde.

- Buenas tardes Izuku – habló el de cabello bicolor con una pequeña sonrisa, aquella que hacía desfallecer a su novio secreto y que se permitía fuera vista por el resto solo para provocar aquella linda reacción en el de ojos esmeralda, sin embargo, esta vez no funcionó, lo cual lo hizo volver a su semblante habitual al semi albino.

- Buenas tardes Todoroki – dijo serio, hace tiempo que no lo llamaba por su apellido, a pesar que la mayoría lo hacía – Mina, saldré a almorzar, pero volveré en media hora, haré el turno de Fumikage en la tarde y él llegará en la noche – le explicó a su compañera con su tono amistoso de siempre, uno muy distinto al que usó con el heterocromático.

- Esta bien Midoriya, nos vemos más tarde. Adiós Todoroki. – Sonrió la chica, pero sin ninguna cuota de coquetería esta vez, se sintió un tanto incómoda por ese raro aire que había quedado, llevaba tiempo viendo al guapo chico de llamativo cabello yendo a buscar a su compañero de trabajo como para darse cuenta que algo malo había pasado entre ambos.

El peliverde subió al auto del otro chico, esta vez era el jeep negro y no uno de sus llamativos deportivos, cerró la puerta y esperó que Todoroki se sentara en el lado del conductor, estaba nervioso, no sabía que saldría de aquella conversación y tampoco tenía idea de cómo iniciaría.

- ¿Dónde quieres ir a almorzar? – dijo sin ninguna cuota de emoción aparente el mitad albino.

- En realidad, no quiero almorzar contigo, quiero explicaciones – dijo con todo el coraje que pudo conseguir durante la mañana.

- ¿Explicaciones de qué? – dijo sin mirarlo, mientras ponía en marcha el vehículo – Iremos a ese restaurante italiano que tiene privados – agregó.

- Tú sabes muy bien a lo que me refiero – suspiró mirando por la ventana viendo cómo se alejaba de la comisaría, en este momento la valentía se estaba yendo y el miedo por la indiferencia del chico sentado a su lado lo estaba invadiendo, prefirió guardar silencio durante el camino y solo habló cuando ya estaban solos en aquella elegante sala privada del lujoso restaurante - ¿Qué significa lo que salió en el periódico? – preguntó mirándolo a los ojos.

- ¿Para qué preguntas algo que ya sabes? – respondió mirándolo de manera fría.

- ¿En serio, eso es todo lo que dirás? – dijo con la voz quebrada y sus verdosos ojos llorosos.

- A ver Izuku – comenzó el chico mientras peinaba su cabello con su mano con clara molestia por tener que explicar la situación – Solo es algo que tengo que hacer, pero eso no cambia nada entre nosotros – en ese momento algo dentro del peli verde se rompió, no pudo seguir aguantando las lágrimas y se levantó comenzando a caminar a la salida - ¿A dónde vas Izuku? – preguntó mientras le tomaba el brazo cuando pasó a su lado.

- Yo... necesito salir de aquí, por favor,suéltame – respondió con tono bajo mientras miraba el suelo, sintió que elagarre desaparecía y sin mirar siquiera al mesero que entraba con los platos,salió del lugar.     

Las consecuencias de tomar una rosa bicolor (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora