Capítulo N° 57

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Midoriya y Todoroki habían seguido al hombre rubio para saber qué pasaba, por lo que no tardaron en comprender que Katsuki había golpeado a Romero por algún comentario homofóbico en su contra. Ambos guardaron silencio esperando por una resolución del Teniente Coronel, sin embargo, el peliverde apretaba fuertemente los puños y la mandíbula para poder soportarlo.

- Fujimi, ya que no estás inconsciente, espero que escuches con mucha atención y todos ustedes también – habló con una voz cargada de enojo el rubio jefe del lugar – No toleraré ningún tipo de discriminación en mi unidad, así que, si desean conservar su puesto en esta comisaría, será mejor que aprendan a comportarse como los policías que se supone que son – giró ligeramente para quedar frente al rubio cenizo – Y eso también va para ti Bakugō, aprende a controlar tu ira – dio un último vistazo general para cerciorarse de que su mensaje había quedado claro.

- Señor Yagi – habló repentinamente el pecoso, captando la atención de todos los presentes – Me gustaría decir algo – dijo mirando directo a los ojos azules de su jefe, quien pudo ver la determinación en la mirada de su querido pupilo y no tuvo más remedio que asentir – Yo sé que Romero no es el único que piensa de aquella manera, ni aquí ni allá afuera – dijo apuntando la salida de la estación de policía, haciendo alusión a la sociedad – Sin embargo, estuve mucho tiempo postergándome por la comodidad del resto – dejó caer su brazo pesadamente a su costado y continuó - la verdad es que sí, soy gay y eso nunca me ha impedido desempeñar mi trabajo como corresponde, por lo que no pienso abandonar mi puesto en esta comisaría – aclaró con firmeza.

- ¿Cómo puede ser que alguien como tú nos represente? ¡No es posible que tú seas el rostro de nuestra institución! – gritó Sen Kaibara, quien, a pesar de ser un hombre usualmente reservado, tenía reacciones violentas inesperadas y pensaba de la misma manera que su amigo Romero.

- ¡Kaibara!, ¿Es que no te quedó claro lo que hablé hace unos instantes? – intervino Toshinori.

- No puedo creerlo, ¿Qué ha hecho ese niño para merecer el resguardo de todo este plantel? – contestó contrariado y enojado el policía de cabello y ojos castaños.

- La verdad es que jamás quise ser el rostro de nada, por lo que no tengo ningún problema en dejar de serlo si así lo determina el alto mando – respondió el pecoso – Así que, ¿Alguien necesita que le aclare alguna otra duda? – preguntó Izuku con fingida seguridad, acudiendo a las técnicas que Hitoshi le había enseñado en los últimos meses.

- No creo que tengas que aclararle nada a ninguno de nosotros sobre tu vida privada – tomó la palabra Tokoyami quien se encontraba apoyado contra la pared con los brazos cruzados sobre su pecho– Sinceramente, no me importa lo que ninguno de mis colegas haga en la cama y si ello puede incidir o no en el trabajo, no somos nosotros quienes debemos determinarlo – dijo sin cambiar su posición.

Las consecuencias de tomar una rosa bicolor (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora