Capítulo N° 28

29 5 1
                                    


Midoriya había pasado un día acompañado por sus amigos, Uraraka se disculpó por la actitud que había tomado y le prometió que estaría para él en todo ese proceso que estaba viviendo, por su parte Katsuki le dijo con sus no tan amables palabras que lo superara y volviera al trabajo.

- ¿Hitoshi? – llamó el peliverde antes de acostarse.

- Dime, Izuku – respondió acercándose a su habitación.

- Quiero volver a trabajar mañana – dijo con determinación mirándolo a los ojos.

- ¿Estás seguro? – preguntó sentándose en la cama al lado del policía, quien asintió – Entonces tienes que hacerlo – finalizó.

- Extraño salir a patrullar como antes – dijo con una sonrisa en el rostro – ¡Pediré salir mañana! – exclamó con felicidad.

- Mmm... solo ten cuidado, recuerda que ahora eres una especie de figura pública, por lo que ya no será como antes – aterrizó un poco al pecoso a su lado.

- Si, tienes razón, lo tendré en cuenta – se puso de pie y se paró frente a Shinsō – Jamás podré terminar de agradecerte por todo tu apoyo – lo abrazó repentinamente, logrando que por un momento el otro se tensara, pero que terminara correspondiendo y cerrando los ojos para intentar calmar su acelerado corazón.

- ¿Cuántas veces tendré que decirte que no me agradezcas nada? – lo tomó por los hombros para mirarlo a la cara, pero su mirada se posó en los labios de Midoriya, preguntándose cómo se sentiría besarlo – Ya es tarde, es hora de dormir, mañana hay que trabajar temprano – se puso de pie para no cometer un error y caminó hasta la puerta – Descansa Izuku – salió y cerró la puerta tras de sí, apoyándose en ella para soltar el aire que retuvo y dirigirse a su cuarto a dormir.

Lamentablemente su mente tenía otros planes, no podía conciliar el sueño por más que lo intentara, el rostro herido de Midoriya aparecía en su cabeza y sentía unas enormes ganas de moler a golpes al estúpido hijo de Enji Todoroki, no entendía como alguien podía hacer tanto daño a un ser humano tan hermoso como el pecoso, no solo por fuera con esos enormes ojos verdes y piel pálida, sino también por dentro, con sentimientos tan sinceros.

Día con día caía más a los pies de Izuku sin que éste se diera cuenta y, para ser sinceros, Shinsō tampoco sabía en qué momento se había enamorado del peliverde. Tomo su celular y buscó entre sus contactos a la única persona que le tenía la confianza suficiente como para contarle sus dilemas, marcando el número sin mediar en lo avanzada que estaba la noche.

- Mei, necesito tu ayuda – dijo en cuanto contestaron.

- Hitoshi, yo estoy bien, gracias por preguntar, no, no tengo problemas en conversar contigo a las 2 de la mañana – dijo con ironía la peli rosa.

- Me alegro – dijo sin reparar en las quejas de la muchacha – En serio, estuve a punto de cagarla – dijo mientras soltaba un suspiro.

- ¿Qué hiciste? – preguntó con rapidez la periodista.

- Nada, pero estuve a punto de besar a Izuku – murmuró por lo bajo.

Las consecuencias de tomar una rosa bicolor (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora