Midoriya había pasado un día acompañado por sus amigos, Uraraka se disculpó por la actitud que había tomado y le prometió que estaría para él en todo ese proceso que estaba viviendo, por su parte Katsuki le dijo con sus no tan amables palabras que lo superara y volviera al trabajo.
- ¿Hitoshi? – llamó el peliverde antes de acostarse.
- Dime, Izuku – respondió acercándose a su habitación.
- Quiero volver a trabajar mañana – dijo con determinación mirándolo a los ojos.
- ¿Estás seguro? – preguntó sentándose en la cama al lado del policía, quien asintió – Entonces tienes que hacerlo – finalizó.
- Extraño salir a patrullar como antes – dijo con una sonrisa en el rostro – ¡Pediré salir mañana! – exclamó con felicidad.
- Mmm... solo ten cuidado, recuerda que ahora eres una especie de figura pública, por lo que ya no será como antes – aterrizó un poco al pecoso a su lado.
- Si, tienes razón, lo tendré en cuenta – se puso de pie y se paró frente a Shinsō – Jamás podré terminar de agradecerte por todo tu apoyo – lo abrazó repentinamente, logrando que por un momento el otro se tensara, pero que terminara correspondiendo y cerrando los ojos para intentar calmar su acelerado corazón.
- ¿Cuántas veces tendré que decirte que no me agradezcas nada? – lo tomó por los hombros para mirarlo a la cara, pero su mirada se posó en los labios de Midoriya, preguntándose cómo se sentiría besarlo – Ya es tarde, es hora de dormir, mañana hay que trabajar temprano – se puso de pie para no cometer un error y caminó hasta la puerta – Descansa Izuku – salió y cerró la puerta tras de sí, apoyándose en ella para soltar el aire que retuvo y dirigirse a su cuarto a dormir.
Lamentablemente su mente tenía otros planes, no podía conciliar el sueño por más que lo intentara, el rostro herido de Midoriya aparecía en su cabeza y sentía unas enormes ganas de moler a golpes al estúpido hijo de Enji Todoroki, no entendía como alguien podía hacer tanto daño a un ser humano tan hermoso como el pecoso, no solo por fuera con esos enormes ojos verdes y piel pálida, sino también por dentro, con sentimientos tan sinceros.
Día con día caía más a los pies de Izuku sin que éste se diera cuenta y, para ser sinceros, Shinsō tampoco sabía en qué momento se había enamorado del peliverde. Tomo su celular y buscó entre sus contactos a la única persona que le tenía la confianza suficiente como para contarle sus dilemas, marcando el número sin mediar en lo avanzada que estaba la noche.
- Mei, necesito tu ayuda – dijo en cuanto contestaron.
- Hitoshi, yo estoy bien, gracias por preguntar, no, no tengo problemas en conversar contigo a las 2 de la mañana – dijo con ironía la peli rosa.
- Me alegro – dijo sin reparar en las quejas de la muchacha – En serio, estuve a punto de cagarla – dijo mientras soltaba un suspiro.
- ¿Qué hiciste? – preguntó con rapidez la periodista.
- Nada, pero estuve a punto de besar a Izuku – murmuró por lo bajo.
ESTÁS LEYENDO
Las consecuencias de tomar una rosa bicolor (TodoDeku)
Fiksi PenggemarShōto Todoroki e Izuku Midoriya son ex compañeros de la prestigiosa preparatoria UA. Actualmente, con 25 años, los muchachos mantienen una relación oculta que lleva más de dos años, hasta que se divulga por la prensa que el hijo menor de los Todoro...