Capítulo N° 30

22 4 0
                                    


Ya habían pasado dos semanas desde que la señora Yaoyorozu había llamado a una conferencia de prensa para anunciar, junto al menor de los Todoroki, que el matrimonio de éste y su hija había sido producto de un engaño de Enji.

La noticia continuaba siendo el tema de conversación principal en los programas de televisión, revistas y periódicos, razón por la cual la intención de Midoriya de volver a patrullar se había visto truncada, pues era de conocimiento público que había sido el padrino de bodas y la prensa lo había asediado en búsqueda de una declaración de su parte.

Por esta razón, se había tenido que avocar de lleno en la campaña de prevención de delitos, filmando pequeños spots que se transmitirían por televisión abierta, yendo a sesiones fotográficas, pero omitiendo las entrevistas para no ser consultado sobre la familia Todoroki, sin embargo, él sabía que tarde o temprano debería afrontar el tema ante la opinión pública y lo mismo ocurría con Shinsō y el alto mando de la policía.

- Es muy pronto – dijo de brazos cruzados el asesor a su tío.

- No hay opción, el General Director Nezu insiste en que Midoriya salga aclarando que no tenía conocimiento de todo el asunto del ex Ministro de Trasporte, son presiones políticas – sentenció con dureza el peli negro.

El escándalo había escalado a tal magnitud que el gobierno se había visto en la obligación de pedir la renuncia de Enji Todoroki, perdiendo así su cargo en el gobierno y la credibilidad de la ciudadanía, en pocas palabras, su carrera política estaba pendiendo de un hilo.

- Lo haré – dijo el de ojos esmeralda – Pero no sin antes consultarlo con Shōto – levantó la cabeza para mirar al Coronel, quien se impresionó por la fortaleza y lealtad del muchacho, pese a todo lo que había sufrido por culpa del mitad albino, no haría nada que pudiera dañarlo.

- No le debes nada, Izuku – gruñó el peli lavanda ante lo dicho por el pecoso, pero éste solo lo miró y el otro suspiró alzando las manos – Si es lo que quieres – se sentó de golpe en el sillón que estaba a su lado, rindiéndose.

- Si es lo que quieres joven Midoriya, no lo impediré, pero tiene que ser en un lugar donde los periodistas no se enteren – habló por primera vez Toshinori – Así que será en mi casa pasado mañana– finalizó.

- Gracias – se limitó a decir el peliverde para luego retirarse junto a Shinsō.

- Es admirable – dijo el Coronel para luego tomar asiento frente al fornido rubio – Y demasiado ingenuo para este mundo – se cruzó de brazos.

- Tienes razón, por eso necesita que alguien lo proteja – murmuró el Teniente Coronel Yagi, mientras alzaba la bocina del teléfono fijo en su escritorio y marcaba el número del chico heterocromático.

Las consecuencias de tomar una rosa bicolor (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora