Capítulo N° 52

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Luego de terminar la intervención en aquella secundaria, Midoriya se retiró junto a Shinsō, quien se había encargado de fotografiar la actividad para luego publicitarla, hasta un restaurante del centro para almorzar.

Mientras esperaban sus platillos, el peliverde se perdió al mirar una pareja de jóvenes que entraron tomados de las manos para pedir un simple café, mientras se sonreían enamorados sin que nada de lo que estaba a su alrededor les afectara.

Cuando Hitoshi se dio cuenta que el pecoso no lo estaba escuchando dirigió su mirada hasta aquello que capturaba la atención del policía, dejó los cubiertos sobre su plato de manera que el ruido hiciera a su acompañante despabilar ­– Tú también podrías disfrutar eso – dijo con seriedad en cuanto Izuku se volteó a verlo.

- ¿A qué te refieres? – preguntó.

- Acabo de ver cómo mirabas a esos estudiantes de preparatoria, tú también podrías tener una relación así si dejaras de preocuparte por los demás – se limitó a decir para continuar degustando el platillo frente a él, provocando que el policía soltara un pesado suspiro y siguiera su ejemplo sin decir una sola palabra.

Pese a que Midoriya no habló del tema durante el almuerzo, en su fuero interno reconocía que Shinsō tenía razón, debía superar sus miedos y agradecer que Shōto estaba a su lado para apoyarlo y afrontar todo juntos esta vez.

- ¿Quieres que te lleve a tu departamento? – preguntó el peli lavanda cuando salieron del restaurante, pues sabía que el pecoso tenía la tarde libre.

- No, gracias, caminaré hasta la comisaría, necesito hablar con el Señor Yagi – le respondió con una pequeña sonrisa y se despidió de su amigo.

En el camino, debido a los nervios, murmuraba a gran velocidad y voz baja lo que haría al llegar a la comisaría, primero agradecería a su jefe por el gran apoyo que le había brindado durante los últimos meses, luego se aseguraría de estar a solas para ser completamente sincero.

Si, era un buen plan, uno sencillo de ejecutar o eso creía, porque en cuanto tuvo aquel edificio en su campo de visión, comenzó a cuestionarse si era una buena idea, la verdad su jefe debía estar lleno de trabajo y ya lo había orillado a alejarse de lo estrictamente profesional en las dependencias de la comisaría por su bienestar, razón por la cual decidió sacar su celular y enviar un mensaje al fornido hombre, escribió y borró muchas veces, hasta que se decidió por invitarlo a cenar a su departamento.

Estaba por tomar un taxi hasta su hogar cuando su celular sonó, lo sacó de su bolsillo y contestó con rapidez, creyendo que se trataba del Teniente Coronel, sin embargo, no verificó que se trataba de un número desconocido y protegido.

En cuanto escuchó la voz del otro lado del fono un escalofrío recorrió su cuerpo – Señor Todoroki – prácticamente susurró con sorpresa.

Las consecuencias de tomar una rosa bicolor (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora