Las consecuencias de tomar una rosa bicolor (TodoDeku)

Capítulo N° 20

- ¿Se puede saber que mierda hace aquí el novio del año? – dijo con una sonrisa amenazante Katsuki.

- Bakugō, no estoy de humor para tus juegos – dijo con el ceño fruncido mientras se acercaba al policía - ¿Está Izuku? – preguntó sin más.

- ¿No estás de humor? – dijo irónico – Pero si deberías ser la persona más feliz de este país, el flamante hijo menor del famoso Ministro casado con la heredera del imperio Yaoyorozu – lanzó una carcajada forzada - ¿No deberías estar follándote a la sensual Momo en este momento? – se cruzó de brazos viéndolo directamente a los ojos, los cuales echaban chispas.

- ¡Limítate a responder la maldita pregunta que te hice! – el muchacho se había salido de sus casillas, ya habían llamado la atención de toda la comisaría, incluyendo al Teniente Coronel Yagi y al Coronel Aizawa, quien estaba en el lugar esperando la llegada de su sobrino con el peliverde.

- ¿Les tengo que recordar que están en una maldita comisaría? – alzó la voz Aizawa, logrando que los mirones se retiraran y ambos chicos se tensaran, esa voz de ultra tumba era capaz de paralizar a cualquiera.

- Coronel Aizawa – se limitó a saludar el rubio cenizo alejándose del mitad albino.

- ¿Se puede saber que pasa aquí? – intervino Toshinori, intentando calmar los ánimos.

- Nada señor – contestó Katsuki – Solo estaba felicitando a Todoroki por su primer día de casado – espetó con una sonrisa que hizo enfurecer al heterocromático, pero que poco a poco recobraba su compostura habitual.

- Seguro – contestó irónico Shōta – Dejémoslo así por el momento – miró directamente al rubio en señal que después conversaría con él – Si ya felicitaste a este muchacho, puedes retirarte – el otro solo chasqueó la lengua, dio la media vuelta y se fue.

- Joven Todoroki, ¿en qué puedo ayudarte? – preguntó con una sonrisa el rubio a cargo de aquél lugar.

- Buenos días, en realidad necesito hablar con Izuku – dijo ya con su semblante calmado.

- Pues, me temo que no puedo ayudarte, el joven Midoriya aún no llega, como fue el padrino de tu boda el día de ayer tiene el turno de la tarde – le informó.

- En realidad, viene en camino – intervino el pelinegro antes que Shōto pudiera responder – Si gustas lo esperas con nosotros en la oficina – señaló ante la mirada extrañada del rubio.

El chico agradeció, siguiéndolos a la oficina en completo silencio entrando de los primeros al lugar, cuando el Coronel iba a entrar, el de ojos azules lo tomó por el brazo reteniéndolo - ¿De dónde viene tan repentina amabilidad Shōta? – preguntó con el ceño levemente fruncido.

- Necesito saber qué está pasando para poder controlarlo – dijo sin si quiera mirarlo intentando soltarse del agarre, pero este solo aumentó.

- ¿A qué te refieres? – preguntó curioso el rubio, logrando sacar un suspiro de frustración en el otro.

- ¿Me vas a decir que no notas que algo raro está pasando? – preguntó viéndolo directamente a los ojos, obteniendo un asentimiento – Esto puede ser perjudicial para la institución o puede que no, pero no pienso correr el riesgo Toshinori – esta vez se soltó y entró a la oficina siendo seguido por un pensativo Teniente Coronel.