Capítulo N° 40

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Durante el último mes Midoriya había decidido dedicarse de lleno en su trabajo, se dividía entre las tareas habituales de un policía y las del rostro de la institución, con un poco de trabajo había logrado comportarse de manera normal con Shinsō y las pocas veces que tenía tiempo libre se reunía con Uraraka o con Hatsume a pasar el rato.

Había continuado con su vida, pero seguía sintiendo algo demasiado grande por su ex novio, razón por la cual no había querido salir con nadie, pese a los constantes comentarios de sus amigos para que le diera una oportunidad a su asesor.

El señor Yagi, quien prácticamente lo había adoptado, le informó que Shōto estaba terminando su carrera y que, pese a que su padre lo había bloqueado económicamente, su madre le había dejado un fideicomiso con el cual no tendría problemas para mantenerse.

Esta información lo había dejado más tranquilo y frenado sus ganas de contactarse con el menor de los Todoroki, así, llevaba sin hablar con su ex desde la noche en que le gritó con desesperación su analogía.

- ¡Deku! Cara redonda quiere hablar contigo – le pasó su celular irritado mientras seguía gritando que no era recadero de nadie, ante lo cual los demás policías ni se inmutaron, ya estaban acostumbrados a su personalidad "explosiva".

- ¿Ochako? – preguntó sorprendido.

- ¡Deku! Te tengo una invitación, bueno no es mía, pero soy la encargada de informarte a ti y ese histérico de Katsuki – respondió con alegría la futura abogada.

- Bien, déjame poner el altavoz para que Kacchan te escuche – dijo mientras hacía señas para que el rubio cenizo se acercara, quien lo hizo de mala gana.

- Kirishima nos está invitando a su casa en la playa para el primer fin de semana del próximo mes – señaló la muchacha – Además, dijo que podíamos invitar a quien quisiéramos – agregó con alegría.

- ¡Me niego a ir con ese pelos de mierda! – gruñó Bakugō.

- Pues, a mí me parece una buena idea – interrumpió el peliverde, sorprendiendo a su amigo y a la muchacha al otro lado de la línea.

- ¡¿En serio?! – gritó eufórica la castaña.

- Pero, primero tendríamos que hablar con el señor Yagi para coordinar el permiso... - se rascó la nuca el pecoso.

- ¡No me incluyas en tus planes! – gruñó otra vez el de ojos rojizos.

- Tienen el permiso – interrumpió con una gran sonrisa el Teniente Coronel, quien había escuchado la conversación ya que había salido a ver qué ocurría cuando escuchó los primeros gritos del policía de complejo carácter.

- ¡Muchas gracias señor Yagi! – respondió a través del celular Uraraka – Bueno mis muchachos, los dejo, debo entrar al último certamen del año – se despidió alegre y cortó luego de recibir la buena suerte de parte del pecoso y los regaños de parte de Katsuki por estar llamando en vez de concentrarse en sus estudios.

Las consecuencias de tomar una rosa bicolor (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora