Las consecuencias de tomar una rosa bicolor (TodoDeku)

Capítulo N° 70

Midoriya estaba en shock, era increíble cómo no salía de una para entrar en otra, pero esta era sin duda una de las peores batallas que debía enfrentar.

Se dejó caer en la silla que estaba tras él porque sus piernas temblaban y estaba seguro que en cualquier momento cederían a la gravedad, no escuchaba los murmullos de la comisaría y solo reaccionó ante el fuerte zamarreo que su asesor le dio.

- Izuku, reacciona – le decía con preocupación el de pelo lavanda.

- ¿Quién fue? – preguntó el pecoso en voz baja.

- Uno de los tuyos – se limitó a decir su asesor para luego soltar un largo suspiro – Bakugō acudió a mí hace una semana con algunas sospechas y ayer logramos corroborar que todo esto saldría a la luz, pero no pudimos frenarlo – culminó poniéndose de pie.

- ¿Romero tiene algo que ver? – preguntó levantando la cabeza, con un aura de suma seriedad, recibiendo un asentimiento por parte de su interlocutor – Bien – susurró para sí mismo mientras se ponía de pie y comenzaba a caminar con determinación.

- ¡Espera! – exclamó Shinsō tomando el brazo del peliverde, evitando que siguiera su camino – No pudimos frenarlo, pero si tenemos una arremetida legal ­– señaló.

Luego de recibir la información de parte de Hitoshi, Izuku se acercó a la sala de descanso de la comisaría, donde la tv seguía encendida mientras Sen comentaba en voz alta que aquello los perjudicaría a todos, que lo habían advertido junto con Fujimi pero nadie les hizo caso.

- Tienes razón Kaibara, esto nos afectará a todos, porque se acaban de interponer acciones legales en contra de Romero por esto – dijo Midoriya con seriedad.

- ¡¿Qué mierda haz dicho?! – gritó con furia el aludido, mientras se acercaba peligrosamente a su compañero con claras intenciones de agredirlo, pero el peliverde no retrocedió.

- ¿Quieres agregar lesiones a tus cargos? – preguntó con determinación – He aguantado que te refieras a mí como se te pegue la gana, pero esto pasó los límites, exponer mi vida privada de esta manera, no se quedará así – dijo antes de darse la vuelta para salir de allí, justo en el momento en que el Teniente Coronel Yagi llegaba corriendo.

- ¿Qué has hecho muchacho? – preguntó con decepción el fornido hombre, dirigiéndose al policía de cabellera gris.