Capítulo 28

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DOMINIC

Lo miró extrañado. ¿Hermano? Eso no podía ser; él y Aileen no se parecían en nada. ¿Cómo podían ser esos dos hermanos?

—Debo admitir que no se parecen. Pensé que eran pareja. —Comentó tratando de sacarle algo de información, quería saber si era verdad lo que estaba diciéndole—.

—Aileen llegó a casa cuando tenía 3 años.

—No entiendo.

—Mi madre la adoptó.

— ¿Qué? Ella me había dicho que su madre aún vivía.

—Aileen no habla de su madre. Para ella, mi madre. —Aclaró—, es su madre. Y ahora, me vas a decir lo que le hiciste y ¿por qué lo hiciste?

— ¿Aileen te contó lo que pasó?

—No.

—Krubscabia. —Se dirigió a su hermana—, déjanos solos, por favor.

— ¿Puedo confiar en que no lo matarás? —Preguntó mirando a Gabriel—.

—Lo intentaré.

Salió de la oficina dejándolos solos para que hablaran. Dominic le contó cómo habían pasado las cosas y lo que Robert le dijo, a la vez que Gabriel le contó algo de la historia que hubo entre Robert y Aileen. Ahora todo tenía sentido; había sido una trampa. Dominic se la pasó disculpándose con Gabriel, que poco o nada quería saber de qué Aileen regresara a la empresa.

—Sé que estás enojado por lo que pasó. —Continuó—, pero sería un completo desastre que ella no regresara al trabajo.

— ¿Por qué? —Lo cuestionó.

—Porque lo necesita. —Intentó argumentar.

—No, no lo necesita. Yo puedo conseguirle otro trabajo y listo. —Aseguró—, no tendría por qué regresar. Le prometí a mi madre que la cuidaría, y así ha sido siempre. No voy a permitir que nadie le haga daño. ¿Entendiste?

—No volverá a pasar. —Prometió.

—Claro que no volverá a pasar. No dejaré que ella vuelva aquí, y menos sabiendo que el imbécil de Robert trabaja en esta empresa.

—Yo la cuidaré de él.

— ¿Así? Dime, ¿quién la cuidará de ti?

Salió sin darle tiempo a responder; no estaba dispuesto a dejar que ella volviera ahí, no después de lo que había pasado. Compró algo de comida y regresó al departamento. Aileen ya se había despertado.

—Hola, linda. —Dijo sonriéndole—. ¿Cómo estás?

—Estoy mejor, gracias. ¿Dónde estabas?

—Fui a comprar comida. —Le enseñó los paquetes—. ¿Ahora sí vas a decirme lo que te pasó? —Preguntó fingiendo no saber nada.

—No pasó nada. —Mintió.

—Está bien. —Se dio por vencido—. Si no quieres hablar, no preguntaré más. Ahora ven, vamos a comer.

Almorzaron y la sacó de la casa para llevarla al cine. Quería que se distrajera un poco. La película de John Wick se encontraba en cartelera y decidieron verla; les encantaba ese género de películas. Fueron a cenar a uno de los restaurantes de comida rápida a los que iban con frecuencia, todo mientras Dominic los seguía en su auto.

DOMINIC

¿Pero qué diablos estaba haciendo? ¿Es que acaso se había vuelto loco? Los observó salir del restaurante y puso en marcha el auto para seguirlos hasta el departamento. Los estuvo vigilando por un tiempo; quería saber si existía algo entre ellos dos, porque aunque Gabriel le había dicho que él la quería como un hermano, él no se tragaba el cuento. Aileen era una mujer linda y él un hombre normal, porque sí, Gabriel podía repetir mil veces que él la veía como a una hermana, pero llegando a la realidad, no había lazos de sangre entre ellos dos.

Los vio entrar y supo que había tenido suficiente. Se sintió estúpido al regresar a casa. ¿Pero qué carajos le estaba pasando? ¿Con qué derecho se sentía él para vigilarla? Ellos no eran nada y tal vez jamás lo serían, no después de la forma tan estúpida en la que se había comportado.

Se sentó en el enorme sillón de la sala con un whisky en la mano. No había visto nada fuera de lo normal entre esos dos; nada de miradas raras, nada de coqueteos. Su relación era la típica de dos hermanos, eso y nada más.

Siempre Es De Noche  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora