Capítulo 77

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Fundió sus labios con los suyos en un beso cargado de amor y arrepentimiento, la amaba más que a nada y no quería perderla, durante años vivió sumido en un mundo de oscuridad, pero ahora que su princesa de ojos marrones había llegado a su vida para darle luz , se negaba a dejarla ir.

-Perdóname pequeña, -Suplicó sobre sus labios-, no quise lastimarte, no fue esa mi intención, -Volvió a besarla y la aupó entre sus brazos durante un tiempo para que dejara de llorar-.

Se sentía confundida, su cabeza eran un infierno de pensamientos que solo él podía calmar, era extraño, pero a pesar de todo lo que le habían dicho, ella creía en él, en su amor, necesitaba hacerlo, necesitaba pensar que todo lo que habían vivido juntos era real, que él la amaba con la misma devoción y locura que ella.

La tomó de la mano y se sentó con ella en su regazo, abrazó su cintura y la llenó de besos buscando su perdón.

-Do, necesito saber la verdad, por favor.

-Lo se pequeña, lo sé, -Volvió a besarla-, te lo diré todo.

-Entonces empieza.

-Tenía doce años cuando vi a mi padre matar al tuyo, -Le soltó-.

-¿Qué?, -Preguntó entre lágrimas-.

-Pequeña, yo..., intente detenerlo, pero no pude.

-¿Cómo fue?

-..........


-No te quedes en silencio.

-Tu padre y el mío eran amigos, esa noche tu abuelo llamó a mi padre, yo no entendía que hacíamos ahí, tu padre salió de la casa, lo vi tomar una fotografía entre sus manos, él..., él la besó, cuando se preparó para entrar en el auto mi padre le apunto con el arma, corrí hasta él y lo empuje haciendo que fallara, el tiro dio en la pared, él se enojó mucho y me golpeó haciendo que cayera, tu padre volteó a ver y entonces le disparó en la frente, corrí hacia él para tratar de ayudarlo, pero él ya había muerto, varios hombres aparecieron para llevarse el cuerpo, tomé la foto que había quedado en el suelo y la guarde, Aileen, lo siento mucho, -Dijo entre lágrimas-.

-¿Lo sientes?, ¿por qué?

-Porque no pude salvarlo.

-¿Pero qué dices?, esto no fue tu culpa Dominic.

-Pequeña, durante años he vivido atormentado, sintiéndome culpable por haber callado.

-¿Por qué lo mataron?

-Tu abuelo quería que tu padre se casara con Sheila, la única hija y heredera del socio mayoritario de la empresa, pero tu padre ya había formado una familia y se negó, a la final mi padre le jugo sucio a tu abuelo y enamoró a Sheila logrando casarse con ella tiempo después, fruto de esa unión nació Krubscabia.

Fundió sus labios con los suyos en un beso cargado de amor y arrepentimiento. La amaba más que a nada y no quería perderla. Durante años vivió sumido en un mundo de oscuridad, pero ahora que su princesa de ojos marrones había llegado a su vida para darle luz, se negaba a dejarla ir.

—Perdóname, pequeña —Suplicó sobre sus labios—, no quise lastimarte, no fue esa mi intención. —Volvió a besarla y la aupó entre sus brazos durante un tiempo para que dejara de llorar.

Se sentía confundida; su cabeza era un infierno de pensamientos que solo él podía calmar. Era extraño, pero a pesar de todo lo que le habían dicho, ella creía en él, en su amor. Necesitaba hacerlo, necesitaba pensar que todo lo que habían vivido juntos era real, que él la amaba con la misma devoción y locura que ella.

La tomó de la mano y se sentó con ella en su regazo, abrazó su cintura y la llenó de besos, buscando su perdón.

—Dominic., necesito saber la verdad, por favor.

—Lo sé, pequeña, lo sé —Volvió a besarla—, te lo diré todo.

—Entonces empieza.

—Tenía doce años cuando vi a mi padre matar al tuyo —Le soltó—.

—¿Qué? —Preguntó entre lágrimas—.

—Pequeña, yo... intenté detenerlo, pero no pude.

—¿Cómo fue?

—..........

—No te quedes en silencio.

—Tu padre y el mío eran amigos. Esa noche, tu abuelo llamó a mi padre. Yo no entendía qué hacíamos ahí. Tu padre salió de la casa; lo vi tomar una fotografía entre sus manos. Él... él la besó. Cuando se preparó para entrar en el auto, mi padre le apuntó con el arma. Corrí hasta él y lo empujé, haciendo que fallara; el tiro dio en la pared. Él se enojó mucho y me golpeó, haciendo que cayera. Tu padre volteó a ver y entonces le disparó en la frente. Corrí hacia él para tratar de ayudarlo, pero él ya había muerto. Varios hombres aparecieron para llevarse el cuerpo. Tomé la foto que había quedado en el suelo y la guardé. Aileen, lo siento mucho —Dijo entre lágrimas—.

—¿Lo sientes? ¿Por qué?

—Porque no pude salvarlo.

—¿Pero qué dices? Esto no fue tu culpa, Dominic.

—Pequeña, durante años he vivido atormentado, sintiéndome culpable por haber callado.

—¿Por qué lo mataron?

—Tu abuelo quería que tu padre se casara con Sheila, la única hija y heredera del socio mayoritario de la empresa, pero tu padre ya había formado una familia y se negó. Al final, mi padre le jugó sucio a tu abuelo y enamoró a Sheila, logrando casarse con ella tiempo después. Fruto de esa unión nació Krubscabia.

—¿Tú y Krubscabia son medios hermanos?

—Sí, mi madre murió al darme a luz.

—¿Entonces Sheila no era tu madre?

—No, pero me crió como si lo fuera. Era una gran mujer, me dio su apellido y hizo que estudiara. Nunca tuvo favoritismos con Krubs, a pesar de que ella sí era su hija. Nos trataba por igual y me quiso como a un hijo; cuidaba de mí cuando enfermaba. Ella fue mi madre —Recordó con nostalgia—. Sheila nos dejó como únicos herederos a mi hermana y a mí, pero mi padre no sabía, por eso planeó lo del accidente.

—Dominic., tu padre era horrible, despreciable. —Y lo era; el padre de Dominic. era un tipo sin escrúpulos, capaz de traicionar a su propia madre si había dinero de por medio. Durante años atormentó a su propio hijo para que no dijera nada de lo que había visto—.

—Dominic., ¿por qué tenías fotos mías?

—Porque te busqué, Aileen. Durante años guardé la fotografía que se le había caído a tu padre y, cuando tuve las posibilidades, te busqué. Quería saber qué había pasado con las personas de la foto y entonces contraté a Aron. Él descubrió que habían asesinado a tu mamá, pero también descubrió que tú habías sobrevivido. Fui hasta el lugar en el que trabajabas y te vi por primera vez; eras una hermosa jovencita que apenas empezaba a vivir. Tenías 17 años y me flechaste desde el primer momento en que te vi.

—La hora de visita ha terminado —Interrumpió el oficial al entrar en la sala.

—No he terminado de hablar con ella —Protestó Dominic.

—Le dije que tenía 5 minutos, y ya pasó más de 5 minutos. Tiene que irse.

—Está bien, oficial. Dominic., —Dijo, tomándole del rostro—, mañana vendré. Necesito que me cuentes todo. Prometo que haremos todo lo posible por sacarte de aquí. —Le besó los labios antes de irse y volvió a casa sintiéndose más tranquila, aunque no pudo obviar el dolor que le causaba saber la verdad acerca de sus padres.

Siempre Es De Noche  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora