—Hola... ¿Tae?— preguntaste al ver cómo una masa se movía entre las cobijas.
Pesaste, que, seguramente, se trataba de un juego por parte del mayor. Entonces te aventuraste a lanzarte encima del chico mientras reias.
Sin embargo, te diste cuenta de inmediato que algo no andaba bie cuando en vez de oír una risa escuchaste un claro sollozo.
Te levantaste e intentaste levantar las sábanas que cubrían a TaeHyung, pero él seguía reacio a la idea de que lo vieras de esa manera. Ambos jalaban y comenzabas a cansarte. Debía ser algo demasiado malo para que él no quisiera verte.
—Déjame solo.— ordenó con la vos ahogada.
—Sabes que no lo haré, ¿cierto?
—¡Solo vete!— gritó mientras destapaba su rostro y, sin querer, golpeaba tu nariz con su mano.
Miraste a Kim y simplemente te fuiste. No era el mejor momento para verlo, necesitaba estar solo y debías entenderlo.
Fuiste al baño y observaste las vistas de sangre resbalar por los laterales de tu boca. Dolió, pero era soportable. Sabias que no lo había hecho a propósito.
Pero, seguías pensando qué sucedía con él. Tal vez otros miembros pudieran darte alguna información sobre ello.
Caminaste hasta llegar a la habitación de Jungkook, estaba cantando una canción. Sonreiste casi sin ganas y entraste.
—Jungkookie...— saludaste.
—¿Qué te sucedió?— preguntó preocupado.
Negaste varias veces.
—No es nada, pero... ¿Sabes qué le sucede a Tae? Está muy mal...
—¿No te enteraste?— preguntó sorprendido. Negaste.— Su padre... Murió esta mañana, T/N.— dijo con pena.
Tus ojos se abrieron de par en par. ¿Cómo habías podido ser tan descuidada? Cerraste lo ojos y maldeciste. La reacción de TaeHyung evidentemente no iba a ser buena.
Murmuraste un gracias y fuiste a la habitación de Tae. Esta vez con una actitud completamente diferente.
—Yo de verdad lo siento.—hablaron al mismo tiempo.
Negaste y te acercaste hacia él.
—Está bien, sólo... Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti— él asintió y comenzó a llorar como un niño, acurrucandose en tus brazos.— Todo va a estar bien... Las cosas mejorarán. Él estaba orgulloso de ti. Ta amaba.
Él llanto comenzó a mermar y finalmente se durmió abrazado a ti.
Lo miraste con ternura y besaste su frente. Estabas a punto de separarte de él cuando habló.
—Dijiste que ibas a estar aquí para mí, no te atrevas a incumplir esa promesa...— dijo somnoliento.
Sonreiste y lo abrazaste aún más.
Él sueño fue ganandote y ya estabas apunto de dormirte.
—¿T/N?
—¿Si?
—No me dejes. Te amo demasiado y soy muy egoísta para dejarte ir.
Hola, bueno quería agradecerles por todas las lecturas y votos. He publicado el prólogo del libro enflcado en TaeHyung. Espero que lo lean y pueden escribirme si tienen alguna sugerencia. ¡Gracias!