Era el día de los inocentes. Nunca lo habías celebrado junto a los chicos debido a que viajabas a T/P. Ese año habían tenido más eventos en fechas cercanas, así que no pudiste viajar y los chicos no desaprovecharon esa oportunidad; decidieron prepararte una gran broma.
—Shhh— los calló Jin.— Si queremos que funcione no debe levantarse, genios.
Namjoon le dio la razón. Más le valía...
Tae asintió mirando al interior de tu habitación. Estabas volteada hacia el otro lado, no se escuchaba nada más que la respiración de ellos. Supusieron que estabas dormida.
Todos se miraron entre sí y salieron lentamente del departamento dejando una nota en la mesa de la cocina.
Su idea consistía en hacerte creer que se habían ido sin ti y que no querían estar junto a ti. Necesitaban "tiempo" para "desintoxicarse" de tu chillona y aburrida personalidad. Probablemente era la bromas más pesada que alguna vez te habían jugado.
A las pocas horas de haberse ido, comenzaron a sentir la culpa. Se miraron los unos a los otros y finalmente Tae habló preocupado y con voz cargada de culpabilidad.
—Creo que nos pasamos...
—Ella nos ha teñido el pelo tantas veces como Nam ha roto algo, pero esto nunca nos ha molestado y ella, de hecho, había preguntado si podía seguir haciéndolo. Nosotros dijimos que si— habló Suga haciendo un conteo de las veces que habías cambiado el color de sus cabellos sin su consentimiento—. Esto es maltrato psicológico, chicos. Además, ¿no les parece extraño que, tratándose de Sookie, no halla llamado?
Todos asintieron. No te habías comunicado con ellos, ni habías intentado hacerlo. Algo debía andar mal.
—No puedo con esto— se rindió JungKook.—A pesar de jugarnos bromas, son inocentes y T/N jamás jugaría con algo tan duro para nosotros como lo es nuestra amistad... No, necesitamos regresar ahora mismo. Ya es más que suficiente. — ordenó, todos ejecutaron su orden entrando en el auto.
—¿Y si...? ¿Y si pasó algo importante de lo que no sepamos este día?— preguntó el líder.
—¿A qué te refieres?
—T/N siempre viaja por estas fechas a su país, es un viaje seguido al de navidad, sin más motivo de celebración que el día de los inocentes, dudo mucho que esa sea la razón por la que viaje y que días anteriores su ánimo no esté al cien porciento.— explicó contestando a la pregunta de Hoseok.
Todos cayeron en cuenta de aquellas peculiaridades. Tu apetito bajaba, te ibas a dormir más temprano y solías quedarte en tu cuarto. Esto no era exagerado, era lo suficientemente leve para que nunca hubiera caído en cuenta. Tenía sentido y el remordimiento se los carcomia y aceleraron el paso del vehículo. No necesitaban pensar más en el tema, sólo querían disculparse contigo y nunca volver a repetir la situación.
Cuando llegaron. Todo abandonaron la camino te corriendo como si hubiera un ataque zombie o algo por el estilo. Los vecinos los miraron extrañados y ellos se disculapron varias veces al pasar cerca de ellos y corriendo. Ni siquiera se molestaron en tocar la puerta cuando la vieron, simplemente entraron y lo que vieron fue atroz para ellos.
Estabas ahí, sosteniendo una foto de tosos juntos, y una de tu padre. No necesitaban explicaciones, entendían a la perfección que sucedía. Las lagrima bajaban por tu rostro mientras intenta as desesperadamente no hacer ruido. Te veías tan frágil y vulnerable que tenían miedo de volver a herirte con tan solo respirar a tu lado.
Las lágrimas no tardaron en atacar los ojos de los chicos.
Los miraste y no pudiste evitar correr a refugiarte en un gran abrazo. Esto los hizo llorar y sentirse peor.
—Lo lamentamos... De verdad... De verdad no sabíamos nada sobre esto. Y la broma no se volverá a repetir.
—Pensé... Pensé que me habían dejado...— dijiste entre sollozos.
Todos te abrazaron más fuerte.
—Somos una familia, nunca seríamos capaces de abandonarte.