¿Cómo sería un día en el parque de diversiones con los chicos?
Hyung Line.
RM:
-¡Cuidado!- dijiste cuando lanzaste aquella pelota.
Él líder simplemente la detuvo con su brazo, pero al caer esta se desinfló.
-Ya rompiste otra cosa.- y la verdad, a ti la situación solo te parecía graciosa.
Llevaban más o menos una hora en aquella feria, tiempo suficiente para que Rapmon ya haya roto una tabla, una silla y la pelota.
-Lo siento, sé que querías que fuera perfecto.- se disculpó sentándose en la cera.
Tu imitaste su acción.
-No, yo quería que hoy fuera el mejor día posible- recordaste-, y siempre lo es si estoy contigo.- él te miró y te abrazó.
Tu sonreíste y lo alejaste un poco, sin perder el contacto.
-¿Rompiste otra cosa, verdad?- él sonrió con culpabilidad mostrando aquellos hoyuelos que te volvían loca.
-¿Quieres otro helado?
Jin:
La idea que tenías de subir a todos los juegos posibles se vio retrasada ya que nuestro querido Seok Jin no paraba de comprar toda la comida que le apareciera apetitosa.
Tu estabas más llena que el globo del frente, en cambio tu querido novio era un barrio sin fondo.
-Jagi, ¿Estas bien?- preguntó preocupado dejando de lado lo que estaba comiendo.
Su instinto de Omma hizo aparición cuando te vio pálida.
-Tranquila, vamos a casa, te prepararé algo delicioso.- tu sonreíste y lo abrazaste.
-Creo que es suficiente comida por hoy, Oppa.- susurraste.
-Entonces creo que deberíamos hacer un poco de ejercicio.
Suga:
Su actitud no era la mejor, preferiría estar junto a ti en su cama viendo alguna serie, pero no había podido resistirse a tus súplicas.
-¡Vamos!- gritaste emocionada, cuando voltearse él sonrió.
Amaba verte tan animada.
Siguió tus pasos pero aceleró el ritmo cuando vio como habías caído gracias a una rama.
-Niña tonta- susurró cuando vio tu rodilla-, no deberías hacerme asustar de esta manera.- dijo mientras te levantaba y te subías a su espalda.
-Me duele.- te quejaste, una sonrisa escurrió por los labios de Yoongi.
-Supongo que tendré que castigarte por ser tan traviesa.
J-Hope:
Ustedes eran, probablemente, la pareja más reluciente y feliz que podía existir.
No tuviste que suplicar nada, de hecho la idea fue dada por tu novio, el cual estaba igual o más emocionado que tu.
-¡Vamos a la montaña rusa!- dijo él entusiasmado, tu simplemente asentiste.
Él no estaba seguro, pues tu rostro decía: "Ayuda", pero siguió gracias a tu sonrisa.
La atracción comenzó a funcionar, tu corazón palpitaba tan rápido como el de Hoseok, pero era diferente.
Tu le tenias miedo a las alturas, un pequeño detalle que habías olvidado.
Comenzaste a gritar y a llorar cuando fue la primera vuelta.
-No te preocupes, jagi- dijo él casi gritanto-, yo te protegeré.
Y no fue exactamente así, al final ambos bajaron llorando.
Creo que sería mejor estar alejados de esa atracción por algún tiempo.