¿Cómo reaccionarían los chicos al casi perderte por sustancias alucinógenas?
Maknae Line.
JIMIN:
—Audífonos... ¿Dónde podrían estar?— se preguntó a sí mismo.
Siguió buscando entre los diferentes objetos. Encontraba todo lo que alguna vez habías "perdido" pero no tus preciados audífonos que siempre tenias a la mano.
Suspiró y se tiró en la cama con tanta fuerza que hizo caer algo. El sonido fue el típico que produce una bolsa de plástico. Extrañado por el particular sitio de donde había caído, bajó con sumo cuidado de tu cama y se inclinó lo suficiente para ver una bolsa. Estaba confundido, ¿qué era eso?
Tomó el objeto en sus manos y lo abrió, lo que encontró lo dejó atónito. Era droga, no sabía de cuál específicamente, sin embargo no cabía duda alguna de lo que era.
Estaba decepcionado, confundido y sorprendido. ¿Por qué tenías eso?
¿Por qué su T/N tenía aquella sustancia tan destructiva?
Enojado, fue hasta la sala dando largos pasos. Estabas ahí, tirada en el sofá comiendo palomitas. Te volteaste, primero viste a JiMin y le sonreiste, pero al ver la bolsa, supiste de inmediato que ya no había vuelta atrás.
—¿Qué es esto?— dijo despectivamente mostrándote la bolsa hasta el punto en que tuviste que bajar la mirada.
Fue ahí cuando JMin entendió que, no sólo la tenías escondida, sino que de hecho, ya habías consumido y que estabas bajo su efecto.
—JiMin, cálmate y dame la bolsa...—le pediste mientras veías con miedo al chico.
—¿¡Estás hablando en serio, T/N!?— gritó.— ¡Acabo de encontrar esta basura en tu habitación y lo único que haces es ¿pedirme que te lo de!?
—Por favor, dame la bolsa yo... Tengo motivos... Sólo dámelo.— pediste ahora demandante.
—Motivos... ¿¡Motivos, T/N!?
—¡Sólo dame la maldita bolsa, Park!— le gristaste y él te miró herido.—¡No sabes por lo que he pasado! ¡He tenido depresión desde hace un año! ¡Un año entero Park! ¡Ahora no quiero que vengas y trates se protegerme cuando nunca pudieron darse cuenta de lo mal que estaba!— revelaste llena de lágrimas.
JiMin se quedó en silencio. Observó la bolsa y fue al baño más cercano. Ahí, derramó el contenido mientras golpeabas la puerta con tanta fuerza que Park temió que te lastimaras.
Al verte de nuevo, te abrazó mientras ambos lloraban.
Iba a recuperar a la Kim T/N que tanto amaba.
TAEHYUNG (V):
Comer tantas cosas definitivamente no había sido la mejor idea.
De nuevo, vomitó sacando toda la comida de su organismo. Se había pasado, y mucho. Comer dos veces dos cenas extremadamente grandes no fue la mejor idea que había podido llevar a cabo Kim.
Una vez ya recompuesto, caminó por el pasillo para llegar de nuevo a su cuarto, sin embargo escuchó risas. Extrañado, se acercó al cuarto que compartas con Hoseok, quien se había quedado en la empresa a dormir. Estaba sola, pero seguía escuchando risas. ¿Qué era tan gracioso y a esa hora?
Eligió averiguarlo, giró el tomó de la puerta y te vio. De inmediato sonrió, le encantaba verte sonriendo, bueno, en realidad le encantaba verte siempre. Tanto así que solía tomar fotografías tuyas desde todos los ángulos, y a pesar de que reclamaras que no te veías bonita en unas, él te afirmaba que eras hermosa en cada foto.
Se acercó a ti, pero rápidamente notó que algo no estaba bien. El olor era ciertamente desagradable, algo que ya había olido cuando habían viajado a los barrios pobres de Corea.
¿Era droga? Imposible, se trataba de ti. Pero entre más se acercaba, notaba que tu estado era simplemente carente de consciencia. Estabas tan mal que Tae no tuvo que verificar que efectivamente necesitabas una ambulancia.
Ya adentro, los médicos no paraban de preguntarle cómo habías terminado en ese estado. Mintió, a todos. A los miembros, a Bang PD, a los doctores, a todos. Si, habías cometido un error, pero si él podía enmendarlo, lo haría.
—Tae, yo...
—Sólo no vuelvas a asustarme, ¿si?— pidió con la voz rota.— Sólo... Sólo quédate conmigo.
JUNGKOOK:
—You make me begin... —escuchó una voz a lo lejos.
A pesar de sonar afinada, también tenía un factor extraño. JungKook se preguntó porqué cantabas esa canción, es decir, evidentemente no le desagradaba, es más, amaba tu voz, pero no encontraba un motivo coherente para elegir su canción. Aunque tampoco debía haberlo.
Inconscientemente, comenzó a caminar hacia el balcón. Tampoco encontraba usual el lugar que habías elegido para presentar la canción. Estaba haciendo frío y podías enfermar fácilmente. Sonrió mientras abría la puerta del balcón, a veces resultabas ser una niña pequeña.
Estabas parada en el borde. El corazón de Jeon comenzó a latir rápidamente, ¿qué hacías ahí? Podías caer fácilmente. No sabía cómo actuar, si te asustaba podías caer, sin embargo el no hacer nada podía ser perjudicial.
—Ahh... Sé ve tan bien... Tanto que podría saltar...— dijiste y casi das un paso más.
JungKook, gracias a sus reflejos, alcanzó a tomarte de la cintura. Te abrazaba por detrás tan fuerte que te fue incapaz huir. Estabas confundida, ¿qué hacía JungKook ahí?
—Dios... T/N, ¿en qué...? ¿Por qué hueles a alcohol y cigarro?— preguntó percibiendo hábilmente la nicotina en tu ropa.
Estabas borracha y ya habías terminado una caja entera de cigarrillos. Lento, Jeon te volteó hasta quedar frente a frente. Estabas ebria, pero lo suficientemente consciente como para saber que te había atrapado. El mayor miró hacia el costado, habían más de cuatro botellas de diferentes licores, y tres cajas de cigarrillos.
¿Hace cuánto estabas haciendo esto?
—¿Podrías explicarme esto?— preguntó con suavidad a pesar, pero din camuflar su decepción.
Bajaste la mirada mientras sonreías sin ganas. Finalmente suspiraste y lo miraste a esos ojos negruzcos que te encantaban tanto.
—JungKook... ¿No es evidente? Yo quiero morir.— explicaste sin inmutarte.
Y aunque fuera irónico, quien comenzó a llorar fue él. Primero una lágrima, una tan significativa que tuviste que morderte la lengua para no hacer lo mismo. Ahora, el rostro de Jeon estaba lleno de gotas que brillaban gracias al reflejo de las estrellas.
Diste un paso dispuesta a irte, sin embargo, JungKook fue más rápido y te abrazó.
Te rompiste.
Ambos lloraban, en silencio, tratando de consolarse el uno con el otro.
Cuando las lágrimas dejaron de bajar por sus rostros, JungKook acercó su boca a tu oído.
—Yo te enseñaré a vivir de nuevo.