|3|AMELÍ

8.8K 531 21
                                    

Julio del 2025

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Julio del 2025

El ensordecedor sonido del despertador hace que me auto maldiga mentalmente. ¿Por qué de todas mis brillantes ideas se me ocurrió poner alarma a las nueve de la mañana un bendito sábado? ¡Oh sí! Porque tengo que estar en menos de dos horas en las oficinas del banco.

Desde ya estoy odiando al que será mi nuevo jefe.

Hundo más mi cabeza en mi suave, atractiva y acolchonada almohada. ¡No quiero dejarla! Gruño con gran frustración por no poder seguir durmiendo, odio esto. Me levanto con toda la lentitud del mundo y me desperezco, estiro cada uno de mis músculos antes de dirigirme al baño y comenzar con mi rutina matutina femenina.

Necesito una ducha tibia para aliviar el punzante dolor en mi espalda baja por toda la limpieza y redecoración que tuve que hacer ayer al llegar al que será mi dormitorio por todo un año. El pequeño cuarto que me fue asignado tiene todo lo necesario para subsistir: dos camas de una plaza y media con sus respectivo veladores; dos sencillos escritorios de madera estilo provenzal, y un gran armario empotrado a la pared que da al único baño de uso compartido.

Nada más ni nada menos.

Una vez arreglada y peinada con una sencilla corona de trenza, guardo en mi cartera lo esencial: dinero; llaves; celular; mi cámara y mi infaltable nunchaku. Jamás podría salir a la calle sin mi bebé. Y por último me coloco mis anillos. El último regalo que él me dio.

Cuatro finos anillos de oro blanco, tres de ellos abiertos en forma de alas que se enroscan por todo el largo de mis dedos, siendo el anillo central una hermosa arpía atiborrada de pequeños diamantes y lonsdaleítas. A simple vista solo se veían como cualquier otra alhaja, pero lejos estaban de ser otra delicada joya. Su función era mortal en las manos adecuadas.

En las mías solo bastaba con presionar aquel diminuto botón que las unía en una bella manopla con puntas afiladas impregnadas de una toxina para dejar fuera del round a cualquier adversario.

<<Las apariencias engañan, mi querida Hebe. Hasta la cosa más bella y delicada puede ser la más mortal y oscura que hayas visto. Y esa es tu ventaja>>. Sus palabras invaden mi mente aun sin quererlo, pero a pesar de todo no puedo más que darle la razón.

Sin detenerme a cavilar más en eso salgo del dormitorio. Ninguna alma se deja ver a los alrededores, y cómo no si aún es muy de mañana.

En el estacionamiento solo se pueden divisar a cinco carros parqueados, entre ellos el BMW ¡8 que tomé ayer de la pequeña colección que se encuentra guardada en el garaje del departamento de Chelsea. Subo al auto y pongo en el GPS la dirección del banco. Minutos después y varias canciones de Katy Perry, finalmente llego a mi destino.

La sede en Londres de "Banssiel", el banco que fundó mi familia paterna hace más de sesenta años, es tan grande que ocupa toda una cuadra y con la misma arquitectura neoclásica que caracteriza a todas las empresas Bertinelli.

LLEGADA DE AMOR |LIBRO 1: CLAN BERTINELLI|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora