39 |Libre|

3.6K 224 12
                                    

Septiembre del 201*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Septiembre del 201*

— ¡Por amor a Dios! ¡Me duele, mujer! —chilla Anthon adolorido. Su queja solo provoca que vuelva a posicionar el algodón con alcohol sobre su herida con mucha más presión.

Lloriquea peor que niño.

Pero sin importarme el punzante ardor que sienta sigo con mi labor. Debo de desinfectarle la herida para luego poder coserle algunos puntos.

Se puede decir que esto es mi venganza por todo lo que ha hecho en las últimas horas. Ahora que se las aguante.

—No tenías que haberlo hecho. —Termino de limpiar y boto el algodón.

—Claro que sí. —Toma mis manos entre las suyas—. Yo daría mi vida por la tuya, pequeña.

Niego repetida veces con mi cabeza. Si le hubiese pasado algo peor no me lo habría perdonado jamás.

Trata de rodearme con sus brazos, pero el dolor en su hombro se lo impide. Lo detengo antes de que se lastime aún más. Odio verlo en este estado.

—Es mejor que termine por cocerte la herida —anuncio. Tomo los implementos que voy a necesitar de una de las estanterías y una botella con agua.

—Bebe —le ordeno, extendiéndole la botella—. Necesitas hidratarte.

Anthon no pone objeción y se la acaba en un solo trago.

—Pequeña...—Trata de levantarse al ver que ya tengo la aguja con el hilo quirúrgico ensartado.

Por un momento me entran las ganas de reírme. Quien lo viera y no lo conozca jamás pensaría que es el imponente y posesivo presidente de un club motorista. No puedo creer que le tenga miedo a una simple aguja.

Debería grabarlo y chantajearlo en futuras ocasiones.

—Si no te quedas quieto, prometo que volveré a la residencia —lo amenazo.

—Amelí...—gruñe, pero por lo menos obtengo lo que quiero.

Sonrío, eso siempre funciona.

Comienzo a suturarle la herida y a medida que lo hago el miedo vuelve a embargarme. ¿Y si la flecha hubiera atravesado con mayor profundidad? ¿Qué si daba directo en su corazón? Él ya no estaría conmigo. No lo hubiese podido ayudar.

Y todo hubiese sido por mi culpa.

*FLASHBACK*

Una hora atrás.

Silencio.

Todo queda en un profundo silencio. Su atención se clava en la persona que se ha atrevido a pedir un combate por el puesto de líder. La estupefacción y sorpresa surcan en cada uno de sus rostros.

LLEGADA DE AMOR |LIBRO 1: CLAN BERTINELLI|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora