56 |Adiós|

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Febrero del 201*

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Febrero del 201*

Decir que mi vida se ha visto plagada de armonía y tranquilidad sería como decir que mi situación con Anthon ha mejorado, es decir: una completa mentira.

Pues desde el día en que decidí hacerles esa pequeñita broma a mis hermanos mi celular se ha visto bombardeado por llamadas y mensajes de textos por parte de ellos pidiendo una explicación... y de eso ya han pasado varias semanas.

Sí, mis hermanos nunca se dan por vencidos.

¡Son unos intensos!

Pero lo más sorprendente de toda aquella situación fue el hecho de que mis padres se pusieran de acuerdo para seguir con aquella mentirita.

Me sorprendí como nunca antes cuando me lo confesaron.

¿La razón por la que lo hicieron? Fácil.

Querían darles una lección a mis hermanos.

¿El motivo? Pues el de siempre: armaron una gran fiesta la cual terminó con varios policías llamando a la puerta de nuestra casa; la sala de la casa de campo quedó destrozada y lo más importante... acabaron con la reserva de wiski escocés de papá y sus preciados habanos.

Dante Bertinelli estaba realmente furioso cuando vio su licorera completamente acabada. Mis hermanos tuvieron mucha suerte que aún portaran su apellido y siguieran con vida.

Por eso decidieron seguir con mi mentira, castigándolos de la manera las cruel y frustrante para ellos: prohibiéndoles inmiscuirse más en vida, en hacer algo al respecto ahora que estaba "embarazada" y atándolos de brazos para que no tomaran el primer vuelo con destino a Londres.

Para mis padres poder haber visto la expresiones de enojo, frustración y las múltiples rabietas de sus hijos fue de lo más satisfactorio para ellos. Ese sí que había sido el mejor castigo nunca antes impuesto.

Mis tontos hermanos no pudieron hacer nada más que mensajearme o llamarme... su alocada fiesta fue mi salvación.

Ellos que siempre estuvieron acostumbrados a hacer y deshacer todo a su antojo, esta vez no pudieron ni siquiera contratar a un detective privado, no sin antes asumir las graves consecuencias que eso les traería si mamá se llegaba a enterar.

Porque si hay algo a lo que ellos le temen... es a nuestra madre enfadada.

Pero todo eso solo duró dos días antes de que mis padres confesaran la verdad. Mis hermanos con su agobiante insistencia y siendo más insoportables de lo habitual lograron acabar con la paciencia de nuestros padres.

Aunque aun no entiendo cómo no se dieron cuenta de que se trataba de una simple broma, es decir, solo con haberse fijado en la tranquilidad con la que se lo estaba tomando nuestro padre era más que suficiente. Y es que de haber sido cierto mi supuesto embarazo él sí hubiese armado la tercera guerra mundial.

LLEGADA DE AMOR |LIBRO 1: CLAN BERTINELLI|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora