ANTERIORMENTE LLAMADA: Brisa de Amor
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"Lo único que hace falta para que los hombres descubran el amor es tener demasiado cerca a una mujer, y lo único que hace falta para que est...
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Agosto del 201*
-Tendré que volver a la residencia pasado mañana -menciono, y llevo un pedazo de lasaña a mi boca mientras siento los tres pares de ojos posarse en mí.
- ¿Por qué? ¿Olvidaste algo? -indaga mi motero.
Tomo una gran bocanada de aire mientras Keira y Caroll me dan ánimos con una simple mirada. Ambas mujeres habían llegado hace una hora para comer con nosotros, el único que ausente es Dyck que se encuentra resolviendo unas cosas del club.
-No. -Muerdo mi labio inferior nerviosa cuando capto su atención-, es solo que necesito quedarme en la residencia por un par de días -digo rápidamente.
Anthon deja su tenedor a un lado con fuerza y su mirada pasa de ser una serena a una completamente molesta.
Genial, Amelí.
¿Por qué no me podía esperar para dar las "malas" noticias luego de terminar de comer?
- ¿Necesitas? -pregunta entre dientes-. ¡¿Se puede saber por qué mi mujer necesita irse por un par de días?!
Agradezco estar en el patio y no en el comedero en donde seríamos el centro de todas las miradas curiosas de los miembros del club.
-Cálmate, hijo. Deja que Amelí termine de hablar.
Anthon obedece a regañadientes y permanece en silencio esperando a que continúe.
Creo que tengo que tener más cerca de mi suegra para que me ayude con el malhumorado de su hijo.
-Mi hermano llega el miércoles a Londres y quiere verme -comienzo a decir, y por su mirada sé que entiende a lo que quiero llegar-, y por obvias razones él no sabe nada de ti ni de que me mudé contigo -menciono al recordar la llamada de ayer con Charles.
*FLASHBACK*
Mi celular comienza a sonar justo en el momento en el que entro a mi habitación. Anthon sigue en el taller y Keira se ha ido con Dyck a pasear, así que no me toca de otra que venir a ver una serie en Netflix yo sola.
Veo el nombre en la pantalla y respiró hondamente antes de contestar.
Se estaba tardando en llamar.
- ¿A qué debo la llamada de tan importante estrella de Hollywood? -contesto con humor.
Camino hacia el balcón y me reclino sobre el barandal, puedo ver a algunos de los moteros beber junto a sus motos.
-A que quiero saber de mi pequeña hermana. -La voz de Charles se deja escuchar por la otra línea-. ¿O acaso no puedo?
-Sí que puedes, pero desde que vine a Londres ni un mensaje me has enviado -le reclamo-. Haces que mi corazón se quiebre en mil pedazos por tu falta de cariño -digo dramática.
