ANTERIORMENTE LLAMADA: Brisa de Amor
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"Lo único que hace falta para que los hombres descubran el amor es tener demasiado cerca a una mujer, y lo único que hace falta para que est...
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Julio del 2025
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Intento entender.
Realmente me estoy haciendo una bola de lana en la cabeza intentado entender qué demonios me pasa. ¿Por qué su presencia me vuelve nada? Siempre me he vanagloriado por mis nervios de acero, por no dejarme intimidar tan fácilmente; por enfrentarme a las situaciones más difíciles y salir victoriosa de cada una de ellas. Pero ahora, con él, ¿en dónde carajos quedó esa Amelí?
¿Qué tiene este hombre que innive cada uno de mis sentidos? ¿Qué clase de brujería usó?
Él no debería de hacerme sentir todas estas clases de extrañas sensaciones. No debería.
Aun sosteniendo la perilla como si fuese mi bolla salvavidas intento lo mejor que puedo aplacar mi nerviosismo y mantenerme firme. No puedo permitir que note lo mucho que me afecta.
"Por si no lo sabías invadir propiedad privada es un delito, al igual que el secuestro".
Una sonrisa tira de la comisura de su boca con hilaridad. "Ciertamente, pero no hice nada de lo que evidentemente me acusas".
Mis dientes crujen a causa de la fuerza con los que los aprieto. "Ahora resulta que a tus cualidades también debo agregarles el cinismo". La ironía brota de mis labios.
Él se encoje de hombros, sentado como todo un dios griego sobre mi cama. "Si eso es lo que quieres no me opondré", consiente con tranquilidad. "Pero veamos..., no fue un secuestro dado que al final fui yo quien terminó en una camilla herido y sin mi mujer a mi lado". Lo enfático que es diciendo esto último envía una serie de corriente por toda mi espalda. Sus mirada se ha endurecido al igual que sus brazos. "Segundo: no invadí nada porque las señoras de la limpieza me dejaron pasar muy amablemente".
"¡Eso es imposible! ¡Ellas no pudieron dejarte pasar como si fueses el dueño! ¿Qué fue lo que les hiciste?".
Él no responde al instante, en vez de eso se levanta con calma y se dirige hacia mi pequeño escritorio. "No les hice nada, solo les dije que me mandaste por algo que se te había olvidado", dice con gran naturalidad, tomando el portarretrato en el que se encuentra la foto familiar para verlo a detalle.
